Sabina era candela, sí que le pudo echar una buena broma a "Ernesto, el hijo de Doña Margarita".
Me pareció genial ese giro en tu relato.
Sabina era candela, sí que le pudo echar una buena broma a "Ernesto, el hijo de Doña Margarita".
Me pareció genial ese giro en tu relato.
La verdad es que nadie esperaba eso de Sabina, ni que saliera embarazada y mucho menos que el papá fuese Ernesto... pero así es la vida y la ficción. Gracias por sus palabras, amiga. Un gran saludo.