Sentada en el balcón me encuentro como todas las tardes, viendo al enorme mar que se pierde en el horizonte y con la esperanza de volverte a ver. En mi mano sostengo el escapulario que siempre usabas y en mi corazón guardo todo ese amor que te daba.

¡Amado mío! Tantas cosas que han pasado desde el último día que te vi, si te veo justo ahora no saldría no por donde comenzar. Pero sé, que es lo que te haría saber primero y es que pude cumplir mi sueño, a pesar que no estuviste presente para verme triunfar, estabas en mi corazón para sentir mi triunfo.

Entre mi tristeza, están esos días en que siento que olvido tu voz y para no hacerlo voy a caminar por las orillas de las playas que tanto amaste y justo allí escuchar en el susurro del viento tus últimas palabras donde me decías "que estaba igual de bonita que la luna y que mis rostro angelical te serviría de guía para avanzar". Lo dulce que fuiste con tus palabras.

Muchas veces, me han dicho que estoy loca por el simple hecho de observar las noches estrelladas y ver en ellas como se va dibujando tu sonrisa, es por eso que cuando la veo decido solo observar y guardar para mí una vez más esa hermosa sonrisa que me enamoró, desde aquel día que te vi por primera vez.

Un día más en qué el sol se oculta, en esa línea donde se une el cielo con el mar, un día más en qué no te vi llegar. Suelto un suspiro al aire cargado de mi sentimiento más grande ahorita, del "te extraño". A pesar de que puedo ver tu mirada en los ojos de nuestra hija, esa mirada que posee el universo y tiene el poder de hipnotizar hasta al más fuerte.

Quiero que sepas que me siento completa, aunque no te tengo, porque pude cumplir la promesa que me hiciste hacerte ese día, que fue sonreír con alegría y vivir mi vida como si fuera el último día. De esa manera pude sacar a adelante a nuestra pequeña he hice que te amara tanto como yo te amé, no fue fácil pero te cumplí la promesa.

Una vez más, mi querido amado quiero que sepas que aún te amo y que lo hago con la misma intensidad de como lo hacía ese día en que tus ojos se cerraron para siempre, desde ese último suspiro que diste. Mi consuelo es que pronto nos vamos a encontrar, cuando yo también deje este plano terrenal.