Steemianas y steemianos hoy les palabreo con Rembrandt

Este jueves de arte vale para hablarles de los epistemes de los tiempos de hoy, y no hay como la pintura para reflejarlos. Dijo Foucault que cada tiempo cultural tiene su propio episteme. Este de hoy, de identidades licuadas, parafraseando a Bauman, es de los de no mirar al sujeto, tener miradas solo para las periferias del ser, lo que lo invisibiliza, aisla y arrincona, y que, al tener éste la necesidad de construir su propio mundo fuera del mundo relacional, lo convierte en potencial enemigo de sus congéneres. La sociedad norteamericana sufre hoy esto, un consumidor consumido, como lo expresa Byung Chul Han, deja de lado al sujeto y se ensimisma en satisfacerse para consumirse. Los Niños, víctimas y victimarios, prisioneros en sus cuartos de habitación, hablando con máquinas, y éstas consumiéndolo. Rembrand, en Lecciones de Anatomía, (1.632), representa esta estéticas del ser de hoy: todos estudiando el cuerpo, pero sin verlo.

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Salir de este solipsismo epistémico es el desafio en estos tiempos de hoy. Estar en modo relacional y empatizar con el otro es lo que nos puede dar horizontes humanos. Barrunto que, por natural y espontáneo mecanismo de preservación de la especie, hacia allá vamos. Aunque mas que presunción es fe en que Dios nos lo está escribiendo. Y vuelvo con Rembrandt, quien en 1.634, dentro de sus claroscuros pictóricos: El festín de Baltazar, como que lo anuncia.

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Hasta el siguiente palabreo.