Cara de mango
Fuente: Coleccion Personal.
A veces la imaginación se comporta pícara y un niño sabe sacarle provecho a todo. Hace pocos días escribía yo un texto para un concurso de cuentos, cuyo personaje central es un niño muy intrépido, que le encantaba lanzarle palos y piedras a los árboles de mango, tratando de desprenderle sus apetitosos frutos, y mientras desarrollaba ese escrito, a mi nieto Franco, de apenas 6 años, que estaba conmigo en ese momento y a quien le había comentado brevemente el texto, se le ocurrió esta genialidad con uno de los mangos que me sirvieron de inspiración para el cuento en referencia.
Fuente: Coleccion Personal.