Naufragio en piscina (Mi primera historia en steemit)
(Los protagonistas de esta historia real están representados por piñas. Me disculpan los que no gustan de las piñas, pero me parecieron un buen ejemplo ilustrativo)
Todo fue coordinado, por la profesora de grado, para ella era importante hacer que la primera experiencia de los chicos en la secundaria estuviese marcada por un lindo recuerdo, ella misma se aseguró de los detalles, el transporte, el alquiler del lugar y la comida.
Pasaron un par de horas hasta que arribo el bus, el grupo entero entro y se acomodó ordenadamente; en un santiamén el vehículo estaba en movimiento. Los muchachos contaron historias durante todo el camino, rieron y bromearon.
Al llegar a su destino, los adolescentes se encontraron con un pequeño club campestre; nada del otro mundo, un pequeño complejo deportivo, un par de atracciones y amplias áreas verdes. Los chicos se dedicaron a jugar beisbol, mientras que las chicas jugaron al voleibol; paso un rato considerable hasta que los encargados del parque habilitaron las piscinas, entonces aquel grupo se dirigió con ganas hacia aquel lugar, rápidamente cada uno de los integrantes del grupo se prepararon para ingresar en las piscinas, el ambiente era familiar y amistoso.
La noche anterior los padres de uno de los muchachos le advirtieron al chico “si entras a la piscina, procura no meterte en lo hondo, sabes bien que no sabes nadar” el chico asintió y estuvo de acuerdo con sus padres. Sin embargo, luego de meterse en la piscina de niños y al verse en un entorno confiable y seguro, el chico no lo pensó mucho, fue directamente a la piscina con desnivel profundo; al observar a sus compañeros presentes a lo largo de la piscina se dijo así mismo “¿si ellos están allí porque yo no?, me lanzaré en la mitad, nada malo va a pasar”
Confiado por su intuición se lanzó, la primera sensación que noto fue que el agua era densa, muy densa, sus pies pisaban el fondo, pero el agua le llegaba al cuello, “todo va normal” se dijo así mismo “solo debo moverme un poco y estaré más tranquilo”.
Sin embargo eso no fue así, en vez de llegar a un mejor puerto, termino en aguas más profundas; tratando de solucionar su pequeño problema lo empeoro. El chico sentía que el movimiento del agua lo empujaba hacia atrás, en un par de instantes había retrocedido varios centímetros, para entonces seguía tocando fondo, pero ya no con los pies firmes en el piso, sino con la punta de sus dedos.
La desesperación surgió: el joven muchacho estaba aterrado, sus pies ya no tocaban el suelo; desesperadamente braceaba y pataleaba el agua, pero no avanzaba, hacia lo contrario, en vez de moverse hacia la parte más baja de la pileta, se estaba dirigiendo a la parte más profunda de la piscina, el chico buscaba una salida de aquella situación, pero desafortunadamente no lo lograba.
Una hora antes, los chicos habían sido dejados a su suerte. Los adultos encargados, al ver que necesitaban un par de cosas y que los chicos se comportaban acorde al momento, los dejaron solos.El chico en apuros llego al fondo y en un reflejo de sobrevivencia, tomo impulso y salió a la superficie, saco sus brazos, saco su cabeza y respiro a modo de auxilio. El chico emitió “un grito ahogado” su cuerpo pedía aire y auxilio al mismo tiempo. Su cuerpo volvió a la lucha, su mano derecha era la única parte de su cuerpo que jugueteaba con la superficie.
Un video corto y extraño paso por su mente, mientras sus pulmones inhalaban agua, su mente divagaba entre un futuro incierto y las memorias pasadas, llego el momento de rendirse.
De repente alguien se lanzó en la piscina; los chicos entendieron que no se trataba de un juego, uno de sus compañeros de clase se estaba ahogando.
El chico que se lanzó, quiso sacar al chico, pero el necesitado al saber que existía algo de que aferrarse lo utilizo. El muchacho que se estaba ahogando hundió a quien lo estaba salvando y nuevamente salió a la superficie, tomo aire y de nuevo descendió.
El chico que se lanzó a salvarlo salió del radio de acción del casi ahogado, mientras, otro de los muchachos se lanzó a la piscina con la misión de sacar al casi ahogado. Otra vez el chico hundía a quien le estaba ayudando, sin embargo el salvavidas no se rindió; este se colocó a una distancia razonable y empezó a empujar al imprudente muchacho. El chico había retornado fuerzas y como pudo se mantuvo a flote.
El otro muchacho decidió ayudar nuevamente, este imitó lo mismo que estaba haciendo su compañero; un impulso de su parte fue suficiente para que ayudase al náufrago de albercas a encontrar la escalera y salida de la piscina.
Una vez afuera el chico se tiró a un costado de la piscina, reposo su agitado sistema cardiaco y fue a sentarse lejos de la zona profunda. Sus compañeros se burlaron por lo pálido que se había tornado, sin embargo no molestaron más de lo usual, cada quien volvió a lo suyo, el náufrago se quedó en la superficie el resto del día.
Aquella semana reflexiono sobre lo fugaz y frágil que es la vida. Por falta de sensatez y cautela paso un mal rato.
Luego de un corto tiempo comenzó sus prácticas en natación, aquel chico que casi muere fui yo. Así es como termina esta historia de piñas y piscinas, espero les haya gustado. Saludos.
Thank you for sharing in Writing and Reviews! We appreciate a lot your engagement with this community.
We’d love to hear more from you!!