Casi no lo logro, pero de esta forma lo superé

Transcurría el año 2006, se presenta la ocasión después de una remodelación total del Ambulatorio clínico donde laboraba desde hacía 20 años, todo el resto del personal se marcharía jubilado ya que tenia los treinta años de servicio yo habría llegado de ultima y además la más joven. Legalmente y éticamente me correspondía ascender a la jefatura del servicio de Odontología me sentía merecedora además poseía los puntos curriculares ya que tenía la otra profesión universitaria y lo que llamaban el “Curso medio de Salud Publica” requisito para gerenciar un departamento como ese.

No ocurrió lo esperado, llegó una jefa nueva, recién egresada, un cargo político a todas luces, de paso con un temperamento complejo impredecible y algo grotesco. La directora del hospital me pidió colaboración para apoyarla, ya que la más antigua era yo y todo el resto del personal fue substituido ósea también “nuevos”, a lo cual no solo me negué sino que además solicité un cambio de establecimiento (cosa que era un error, ese queda a 5 minutos de mi casa).

Mi trabajo que siempre amé se volvió intolerable, me suspendía medicamente de manera falsa, iba a trabajar sin hablarle a nadie, los pacientes comenzaron a notar mi cambio y lo peor es que le estaba haciendo daño a mi estabilidad emocional y a la salud, el cambio me fue negado así que quería renunciar… de manera que luego de unos meses de batalla interna… Casi no lo logro, pero de esta forma lo superé:

.- Realicé un proceso de aceptación, en realidad la diferencia económica no era mucha, 400 bolívares pero adquirías 400 problemas adicionales en ese cargo.

.- Me enfoqué en ser amable con mis nuevos compañeros de trabajo y en entenderlos, no eran para nada responsables de lo que ocurría.

.- Pese a lo complejo que era asumí una relación de respeto con mi nueva jefa, sumé en lugar de restar. Jerarquicé que si bien esa era una parte muy importante de mi vida no era la más vital, así que si sentía algún disgusto pensaba en mi familia, en mi casa, mi hijo, amigos que son los de verdad importante e inclusive los pacientes yo estaba allí por ellos y para ellos.

Dos años después fue removida del cargo (la muchacha) y se me nombró Jefa del servicio de Odontología, lo cual decliné muy amablemente, el proceso que fue transitado con dificultad me enseñó que en realidad no era lo que quería, a veces suceden cosas que son para que te enteres el porqué no eran para ti.