El presente determina nuestro futuro//@Cristanza

Hola amigos de Colombioriginal, hace mucho tiempo que no escribía estaba en una de vacaciones es necesario tomarse un tiempo para meditar y relajarnos, y saber lo que verdaderamente tiene sentido en nuestras vidas.

Y en ese momento de reflexión entendí que todas nuestras acciones tienen una reacción, y que, por supuesto esa reacción no se da de manera inmediata, lo vamos cultivando hasta que llegué el tiempo de la cosecha.

Y es que no puedes pedir lo que no estás dispuesto a dar.

Si pides amor, respeto, lealtad, honestidad, tienes que darlo y estar dispuesto a cambiar algunas conductas ya aprendidas, porque nosotros no nos damos cuenta, pero las personas que están a nuestro alrededor llegan a conocernos tanto que ya pueden deducir cuando estas fallando en algo, y más cuando se convierte en una conducta que para nosotros es muy natural.

El mentiroso miente porque es natural para hacerlo y eso no tiene nada de malo, el infiel engaña por esa es su naturaleza y es normal, un jugador no ve nada de malo perder todo cuanto tiene por que para él la vida se trata de la emoción que se siente en el momento de la apuesta de perder o ganar.

Y así vamos viviendo la vida, y pensamos que nunca va a llegar el momento de la recolección, y nos olvidamos de sembrar en buena tierra, en tierra fértil que nos garantice una buena siembra, y a veces creemos que hay cosas que solo vivimos una vez y de la que pensamos que no volveremos a vivir.

Pero no es así es todo lo contrario volvemos a vivirlo, solo que con una madures y una parte de la vida ya vivida, donde esos acontecimientos del pasado te han llevado a ser la persona que hoy eres.

Y a tener la sabiduría para saber cuándo hablar o callar, a esperar el momento oportuno y a darte el verdadero valor, respeto y amor que te mereces como ser humano, a no permitir más el abuso a estar claro en la vida y saber distinguir una verdad de una mentira.

Cuando logramos llegar a esta etapa de nuestras vidas, le empezamos a dar color a nuestros días empezamos a dar sentido y disfrutar de cada instante, a llenarnos de gozo y paz interior.