Tu participación en este concurso de confesiones navideñas me ha dejado con el corazón muy reflexivo, porque si hay algo que realmente me llama la atención es el intercambio de regalos, o el Amigo Secreto, como también se le llama. Complacer a tu Amigo Invisible con un buen regalo genera muchas expectativas, y quien lo regala también espera un buen regalo. En tu caso particular, regalaste algo interesante, y lo que recibiste fue una completa sorpresa, ya que te regalaron unos pantalones usados, y eran precisamente los pantalones de la esposa de tu Amigo Invisible. Esto es muy doloroso y tensa las amistades, aunque intentes manejarlo con mucha prudencia.
Decirle a un niño que Papá Noel no existe y que el Niño Jesús no da regalos es como romperle el corazón a un ser tan inocente que siempre ha soñado con algo que alimente su imaginación.
Te deseo mucho éxito en este concurso. Te admiro y te aprecio mucho, y espero que hayas tenido una Feliz Navidad.
Gracias amigo, feliz navidad para ti también.