Totalmente de acuerdo. Lo que pasa es que la filosofía de papá y mamá, siempre fue, y así nos inculcaron: ¡Vive cada día, como que si fuera el último! Y ese mantra nos conllevó a mis hermanos y a mí, a frecuentarnos todos los días, a asistirnos cuando alguno está "corto" de dinero, a acompañarnos cuando vamos al médico para un chequeo de rutina o estamos enfermos, a regalarnos "cosas" que nos son útiles; en fin, a estar presentes todos los días, sino de manera presencial, por lo menos a través de los medios y recursos disponibles.

¡Gracias! por la revisión (lectura) de la publicación, por la valoración y muy especialmente, por el comentario, porque le agrega valor al proceso.

¡Saludos, éxitos y bendiciones!