La premisa de que el cielo y el infierno se encuentran en este mundo en el que estamos ahora la he escuchado y leído muchas veces. Aunque no concuerda con lo que muchas religiones postulan, tiene sentido y pueda que tengan razón quienes así piensan. Nuestro comportamiento puede llevarnos por los caminos de la feliz tranquilidad o por los tortuoso senderos del mal. Nuestra facultad para discernir cuál de esos dos senderos queremos transitar nos colocará en alguna de esas alternativas... Éxitos, amiga.