Escenas hermosas de la Vida

"La vida es como una obra de teatro" fue una frase dicha por el famoso escritor William Shakespeare. Esta frase se encuentra en su obra "As You Like It, específicamente en el acto II, escena VII. En ella, el personaje, Jacques, pronuncia un discurso conocido como "el monólogo de las siete edades del hombre", donde compara la vida con diferentes etapas de una obra teatral. Aparte de Shakespeare, otras grandes celebridades han usado la cita; uno de ellos fue el actor Charles Chaplin.

Esta metáfora hace reflexionar a la mayoría de los mortales sobre las diferentes etapas de la vida, comparándolas con una obra de teatro. En lo particular, no estoy del todo de acuerdo. Para que una obra de teatro se haga realidad debe estar escrito el guion. En la vida eso no es así, ni siquiera nosotros escribimos al levantarnos lo que va a acontecer en nuestro día. Algunas creencias religiosas dicen que todo está escrito, pero no creo en eso. No tiene sentido.

Nosotros solo podemos planear, agendar, pero nada garantizará que todo se va a cumplir a cabalidad. Las circunstancias son las que llevan el timón de la vida y jamás serán dominadas a nuestro antojo. Por lo tanto, y respondiendo a la primera pregunta: ¿Crees que la vida es un escenario?, pues, digo que no.

La vida con sus altos y bajos, sus triunfos y fracasos es bella. Cada fracaso es un indicativo de que vamos por el camino correcto. Claro, siempre y cuando estemos seguros de cuál es nuestro objetivo. Qué aburrida sería la vida y qué sentido tendría si todo fuera perfecto. La hermosura de la vida está en el triunfo que tenemos sobre los desafíos que se nos presenta.

Lo anterior sería mi respuesta a la segunda pregunta: ¿Qué características no le puede faltar a una escena hermosa de la vida?

Si seguimos con la metáfora de que la vida es una obra de teatro con sus escenarios, diría que son infinitas las escenas hermosas de mi vida.

Desde que nací y conocí a mi padre, pasando por el nacimiento de mis hijos y la grandeza del día en que nació mi nieta. Ese más que un escenario, es el momento espectáculo de mi existir. En la portada están los protagonistas de ese momento; mi hijo mayor y mi nieta.

La vida no se detiene, va de la mano con el tiempo. Se consume, no echa para atrás.

Siguiendo con la temática de la obra teatral: aquí estoy en espera de la próxima escena.