Miércoles de Música y Literatura - El Hijo de la Muerte [esp - eng]

Carlos había fallecido en un accidente de tránsito, dejando atrás a su esposa Ana y a su hijo Mariano. Él fue un hombre bueno, trabajador y honesto, pero no era de hablar mucho. Eso traía como consecuencia que no tuviera muchos amigos y para remate ya no tenía familiares cercanos. En su trabajo, solo se relacionaba de forma profesional.

Ana estaba destrozada, sumergida en mar de lágrimas, se sentía insegura, desconcertada, sola. El niño, no pasaba los cinco años, no entendía los hechos. Veía a su madre llorar y más atrás caía él con llanto inconsolable.

En el velorio, Ana se sorprendió al ver la cantidad de personas que asistió. Había muchas personas, que nunca había visto. Algunos se acercaron para dar el pésame y palabras de consuelo. Ana no sabía cómo reaccionar. No entendía de donde salió tanta gente si nadie conocía a Carlos.

Ana decidió ignorarlos. Se refugió en sus recuerdos. Por su mente pasaban los momentos felices, los días de novios, el primer beso, su boda, el nacimiento de Mariano. Todo mientras abrazaba al niño que también necesitaba consuelo.

Cuando estaba por culminar el velorio para llevar a Carlos al cementerio, Ana sintió una mano en su hombro. Al voltear vio que era una mujer mayor, de cabello plateado, que le sonreía con dulzura.

Para su sorpresa, la identificó. Era la madre de Carlos, que había muerto hacía 27 años, de un cáncer terminal. La anciana le dijo que no se asustara, que no estaba allí para hacerle daño, sino que había llegado para ayudar a Carlos con una petición.

Ana no entendía nada, no podía creer que una persona fallecida hace tanto tiempo le estuviera hablando. La mujer le contó que Carlos antes de morir le solicitó que cuidara a su mujer y a su hijo. Qué seguro se le iban a acercar personas malintencionadas porque ella heredaría una fortuna gracias a que él había invertido fuertemente en criptomonedas.

En su petición dejo dicho claramente que mientras él se trasformaba en otra energía en el universo, su madre sería la guardiana de la familia y que los seres de luz le entregarían una guadaña para decapitar a cada uno de los visitantes no conocidos en el funeral.

Fue así que antes de que sepultaran el cuerpo, la muerte se llevó a más de uno con su guadaña. Todo aquel interesado en la viuda millonaria caería en las manos de la madre guardiana.