Rafael Franceschi Betancourt: Un "ecopoeta" carupanero

in Freewriters3 months ago
Cuando hay mucha luz, nuestros ojos tienden a achicarse tanto que es imposible captar las imágenes del entorno.

Rafael Franceschi Betancourt fue un artista tan luminoso, que pocas personas pudieron ver todo el esplendor que tenía, debido al brillo tan potente que irradiaba.


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Pintura del poeta Franceschi, que está ubicada en la Sala de Cine, que lleva su nombre en la Casa Andrés Mata, Carúpano

Su vida como artista plástico es la que más se conoce y re-conoce. Rafael Franceschi Betancourt nació en Carúpano el 9 de octubre de 1939. Si estuviera vivo, cumpliría 85 años el próximo miércoles. Era hijo de Ventura Franceschi, de oficio inspector de tránsito; y de Carmen Betancourt de Franceschi, ama de casa.

Desde joven se dedicó al dibujo. En el año 1967, cuando tenía 26 años, fue becado por el Instituto Nacional de la Cultura y Bellas Artes (INCIBA), en el período presidencial de Raúl Leoni, para viajar a París a realizar estudios de arte en la Sorbona.

En París conoció al artista plástico venezolano, Jesús Soto, y a Antonio Asís (artista plástico mexicano). Rafael asistía a los talleres de estos. Tal vez por ello se inclinó a realizar obras enmarcadas en el arte cinético

En el año 1978, Rafael incursionó en el arte figurativo. De esta faceta destacan 30 obras realizadas en torno a la imagen del escritor Francisco de Quevedo, que tituló “Quevedo da la hora”. Estos trabajos fueron exhibidos en el año 1978 en la Galería INCE (Caracas).

Cuando Rafael Franceschi regresó a Venezuela fijó su residencia en Caracas, y allí se rodeó de pintores, narradores y poetas venezolanos que, quizás, lo hicieron retomar el amor hacia la poesía, ya que cuando tenía 20 años ya había escrito el poemario: Cancromancia". Esta obra fue recopilada por la Cátedra Pío Tamayo de la Universidad Central de Venezuela y por el Colegio Universitario de Carúpano, en un folleto mimeografiado. Ahora bajo el nombre "Cantos de mar", lo que hace suponer que, en este texto se recogen los poemas de "Cancromancia" y se le suman otros".


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Portada de uno de sus libros, publicado por el IUT "Jacinto Navarro Vallenilla, de Carúpano

De este libro de poemas, quiero compartir con ustedes algunos que llamaron mi atención. Precisamente porque versan en torno a la imagen del cangrejo.

Lo primero que deseo destacar es que la palabra "cancromancia" no existe. Esta fue creada por la "voz poética", quizás basándose en la raíz etimológica: "karkinos", que significa cangrejo y en el sufijo "mancia" que significa:

Adivinación, arte o práctica de agorar la fortuna, el destino o el porvenir".

Entonces, esta palabra podría significar: "La vulnerabilidad de los cangrejosos ante fuerzas humanas y Divinas". Al respecto, surge una pregunta ¿Se sentía el poeta como un cangrejo".

Sus poemas tienen la respuesta: Sí.

Veamos:

Un cangrejo ebrio
rompe sus ojos
contra los anuncios de Cinzano
contra las vitrinas de modas
contra los carteles de toros
contra las esferas de los relojes
y las puertas de mi casa.

Si se fijan en el primer verso, el ""yo poético" habla de un cangrejo ebrio". ¿Qué poeta no lo es? Jeje. Hasta ahora no he conocido ninguno abstemio. Además no creo que la sobriedad y la poesía se la lleven bien, jeje.

Quienes conocieron a Rafael lo describen como un bohemio, bebía, fumaba y amanecía en los bares de Sabana Grande. Tal vez por eso, luego de una "buena amanecida", todo lo que fuera luminoso "rompía los ojos del cangrejo": Una valla de publicidad, las vitrinas de los centros comerciales y los relojes colgados en grandes edificios caraqueños.

Ahora bien, esta voz poética, que desde el inicio de su poema ha hablado de un "cangrejo cualquiera"; cierra el texto diciendo que:

El cangrejo ebrio
rompe sus ojos...
contra las puertas de mi (su) casa.

De esta manera se confirma que ese "cangrejo ebrio" no era otro, que él.


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Un cangrejo pintado por Rafael Francesci Betancourt

Quizás no lo sepan, pero el "cangrejo" es una animal de gran armadura y perfecto camuflaje en movimiento, nómada y regenerativo.

¿Tenía el poeta Rafael estas características?

De acuerdo con su compañera de vida Clara Ramírez Melgarejo, sí.

Rafael vestía diferente a los demás; no se aferraba a ningún lugar, solía sacar fortaleza de las vicisitudes y comenzar a andar de nuevo, sin pensar en lo que había logrado en el pasado, se preocupaba por vivir el momento. Pintaba y escribía como si esas actividades representaran la respiración misma. Por eso se desprendía, con mucha facilidad, de sus obras y de su poesía. Él sentía que podía pintar y escribir tanto como quisiera.

El "cangrejo" también simboliza la perseverancia y la tenacidad y, de acuerdo con las personas que lo conocieron: Rafael era perseverante con el arte pictórico, supongo que también era así con la poesía:

Otro interesante libro de poemas es el titulado: "Sueños de mar" (s/f), publicado por la Cátedra Pío Tamayo, de a UCV.


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Dos libros del poeta Rafael Franceschi Betancourt

Este texto tiene un hermoso prólogo escrito por la poeta Mery Sananes, quien era la Coordinadora de la Cátedra "Pío Tamayo". Con respecto a la poesía de Rafael, Mery dice lo siguiente:

...Hay en su interior una tela en blanco que va tomando la forma de un verso, una oración o una plegaria... Para Rafael Franceschi la poesía y la pintura es un mismo oficio ceremonioso y sagrado.

De este libro de poemas, hay uno que me gusta de modo especial:

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Cuando leí este poema por primera vez, sentí que estaba dedicado a un ser humano delicado, sensible, tímido, y profundamente amoroso; luego cuando tuve la dicha de conocer a Clarita, la compañera de Rafael, supe que era ella quien estaba pincelada en estos versos:

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Es Rafael Franceschi, un "ecopoeta", que se acerca al mundo animal, vegetal e incluso urbano para conectar estos ecosistemas con los sentimientos humanos. De esa manera, surge una sinergia perfecta entre la naturaleza, la poesía, el poeta y sus emociones.

Quisiera cerrar este post, con un poema que le he escrito al poeta y artista plástico Rafael Franceschi Betancourt. Hice el ejercicio de "transformarme en él":

Es Copey, embrujo de sal,
Maestro de arenas y guamos,
Sus aguas pintadas de azul
fueron mi norte y mi sur
mi Este y Oeste
Mi inquietud y añoranza
Si fueras cebada espumosa
te bebería de un solo trago
con fogatas de alquitrán y nicotina,
y me escondería en tus peñas
cual cangrejo embrujado.

El poeta Rafael tuvo seis hijos: tres que fueron producto de su primer matrimonio: Ígor, Maja y Anabella. De su unión con Clara, nacieron Inti, Celeste y Getrudis.

Rafael Franceschi Betancourt falleció en Caracas, el 2 de diciembre del año 1994. Para ese entonces tenía 55 años.


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Poema y obra artística de Rafael Franceschi Betancourt, publicados en el libro Sueños de mar

Nota: Pediré autorización a la señora Clara para transcribir los poemas de Rafael Franceschi Betancourt, ya que en la web no hay muestras de su trabajo lírico.


***Agradecimientos: ***

Deseo agradecer a Bernardo Guilarte, mi amigo entrañable de estudios de Bachillerato, por haberme presentado a la Lic. Luisa Martínez, Coordinadora de la Casa Andrés Mata, hacia quien sentí una gran empatía desde el primer momento que la vi, y me apoyó en la realización de este ensayo.

También deseo agradecer a Clara Ramírez (Clarita), por haberme regalado parte de su tiempo para hablarme de la vida del poeta. Ella, definitivamente, tiene "el don" de robarse los corazones de las personas que la conocen.

Sort:  

Execelente trabajo, sol Pérez, hermoso.
Yo conocí a poetas que de la época de Franceschi, que se extrañaban de que siendo yo carupanero no sabía nada de este poeta escritor, recuerdo que el profesor Silvio Orta, tenía un cuadro de él en su casa de Cumaná.
Y es que la obra de Franceschi no ha sido divulgada como se merece; lo que le da más valor a tu trabajo.
Por otro lado, no quiero despedirme sin decirte que bajo la inspiración de Franceschi has escrito tu mejor poema.

Mi querido @acostacazorla, me honra recibir este mensaje tuyo hacia mi ejercicio poético. Un abrazo.

"Sobre el silencioso
pétalo del día
una flor como una catedral
abre su corazón
bordando de alegría
la mañana
como la gota de rocío
en la mano frágil
de un niño"...

Gracias por presentarme a este Carupanero sensible y artista como tú. Aplaudo tu excelente poema.

Francechi y Pérez se encontraron un día
es una fusión de Uvero y Patilla
una conexión de siempre existida
esa que solo hace la poesía compartida.

Guao. Qué belleza de comentario, amiga mía. Mañana iré a una actividad para hablar de Rafael Franceschi. Allí leeré este comentario tuyo.

Hermosa dedicatoria a este artista carupanero, amiga.
Los cangrejos van con su casita a cuestas, por eso se sienten en casa todo el tiempo.

Aunque salió de su tierra natal, sus poesías siguen versando sobre su paisaje y su fauna. Sin duda es ese cangrejo que chocaba contra las vitrinas y edificios de las grandes ciudades y partió muy joven de este mundo.

Sí, amiga, este artista me robó el corazón. Clara, su compañera, también es un ser humano de gran belleza espiritual. Gracias por regalarme este comentario tan bello.

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Muchas gracias, amiga, por presentarnos este poeta tan cercano al ambiente que disfrutamos en el presente y en el recuerdo. Me encantó ese poema de Franceschi que conjuga en un solo resplandor elementos humildes y obras grandiosas: allí están, por ejemplo, el tomate balita y la Venus de Botticelli. Me imagino que así será la dama a la que le dedica esa obra: sencilla y monumental.

El que escribiste en su honor está igualmente soberbio. Me quedo con la parte de que si fuese "cebada espumosa" te lo beberías de un solo trago. Aunque, después de eso yo no me escondería en las peñas, sino que saldría a cantar y a parrandear...

Gracias por esta magnífica publicación. Saludos.