Constantemente escucho una expresión que dice "La crianza de un hijo es el rol más difícil que tienen los padres" y, por el momento, aún no he podido confirmar por mi misma esa teoría porque no tengo hijos. Sin embargo, cuando analizo en todo lo que vi a mi papá hacer para educarme al igual que, a mis tíos o padres de amigos cercanos, concluyo en que, la crianza es un desafío total y se debe asumir con mucha responsabilidad.

  Ahora bien, pienso que en décadas pasadas, la crianza estuvo muy estereotipada y, de algún modo u otro, esto influyó mucho en la desigualdad e incluso, el tabú de hablar o usar ciertas cosas que fueron centralizadas a una género específico y, aunque actualmente esta situación ha tenido cambios favorables, aún quedan muchas cadenas por romper porque, un color no hace valer nuestros deberes y derechos.

  La conducta social de hoy día es de criterios más abiertos y, particularmente suelo aplaudirlo porque, a pesar de que mi crianza no estuvo basada en identificarme con un color específico que determina mi género, sí conocí personas que crecieron bajo ese esquema y, se sentían privados de hacer uso de algo que les agradaba. En vista de esto, soy partidaria de que es mejor evitar el esquema de crianza donde aseguran que el rosado es para niñas mientras que, el azul le corresponde a los niños porque, los colores no es cuestión de géneros y, ellos están para adaptarse a todas nuestras preferencias al momento de vestirnos.

  Tengamos presente que, la educación de los niños debe estar centralizada en enseñarles a ser poseedores de valores sociales y hábitos que les permitan crecer siendo personas que contribuyen en el buen desarrollo social al igual que, disfruten de cada situación que van a vivir a medida de que van creciendo porque, en estos casos, los padres también deben enfocarse en lograr que los deberes y derechos de sus hijos son respetados y ejercidos al 100% ya que, de esto depende mucho si viven un estilo de vida acobijado por la libertad y para ello; es vital romper el esquema de que un color define la sexualidad de un niño o niña.

  Si vamos a asumir el rol de padres, vamos a hacerlo educándolos bajo conceptos y hábitos éticos que les permitan ser personas libres al igual que felices porque, en esas circunstancias es que estén cómodos y seguros con ellos mismos ya que, cuando un niño nota que no tiene autonomía, comienza a manifestar ese descontento con rebeldías y, esto complica la educación e incluso, la convivencia.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

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