Soy Eduardo Hernández Bolívar, natural de San Fernando de Apure, estado Apure, en Venezuela, el único estado del país donde todo es llano, con un horizonte infinito entre llanuras verdes y cielo azul, donde el llanero transita y realiza a diario sus faenas bravías, entre ordeño, domas de potros, arreo de ganado y tantas más. Donde su típico folclore es representado por el Joropo, golpe que se ejecuta al son del Arpa, el Cuatro y las Maracas y los cantantes entonan distintas letras en versos que le dedican a las faenas, a la flora y fauna del lugar y al romance. Es un estado productor de ganado vacuno y agricultura que provee a gran parte del país y queda situado al sur, colindando con Colombia y Brasil.

Soy músico desde niño y es mi principal pasión, tanto que ya he formado parte de agrupaciones destacadas y hecho presentaciones en diversos sitios de mi país. Me he desempeñado también como profesor de música en varios instrumentos. Hice mis estudios en la Universidad Pedagógica Libertador, graduándome de Profesor en Ciencias Sociales alcanzando ya la jubilación. Continúo en la tarea de formar niños y jóvenes en el arte musical y he formado igualmente muchos grupos. Múltiples experiencias me han dado enormes satisfacciones que se han visto proyectadas en aspiraciones deseadas.

Actualmente la situación pandemia me tiene, al igual que a muchos, en estado de inacción presencial por cuanto se ha prohibido un montón de oportunidades donde se puede mencionar: presentaciones en vivo y clases presenciales. Sin embargo, las clases on line son una opción pero es difícil iniciar niños totalmente en esta modalidad.

Tengo una familia con dos hijas bellas más otros tres anteriores que son mi orgullo y mi alegría. Ya son los mayores profesionales y buenos trabajadores, dos de ellos están en el exterior por decisión propia y les ha ido bien dentro de todo. La diáspora venezolana ha hecho que todas las familias hayan tenido que separarse, un mal que lamentablemente nos inundó y que trajo consecuencias graves. Sin embargo, su bienestar es el bienestar nuestro, saber que triunfan lejos y que algún día nos reencontraremos.