Un año que termina, otro que comienza

¡Hola y bonito día a todos! Espero que la estén pasando bien en este domingo, el último del 2023. Ante que nada, una disculpa por la prolongada ausencia en este espacio. Este mes ha sido un poco complicado para mí, sobre todo en los últimos días.

2023 ha sido particularmente marcado como el final de tres años de estrictos confinamientos causados por una enfermedad desconocida en su momento, conflictos bélicos que parecen ser el preludio de cosas peores, una crisis económica mundial visible en el alza de los precios en la canasta básica, entre otras cosas.

A nivel personal no puedo decir que 2023 fue un año bueno, pero tampoco puedo decir que fue un año malo; más bien fue un año de sentimientos encontrados, de cerrar ciclos y abrir otros, de anécdotas un tanto extrañas. Lo inicié con esperanzas, lo termino con esperanzas; lo inicié con muchos proyectos a realizar en mente, lo finalizo con algunos proyectos estancados que serán retomados en 2024. Lo inicié y lo termino con prioridades relacionadas con la salud, la prosperidad, los sueño y lo monetario.

Ahora, a 10 horas de iniciar este 2024, empiezo a prepararme para enfrentar un nuevo reto inesperado a nivel emocional, mental y puede que hasta físico, rogándole a Dios que logre encontrar un equilibrio entre mí misma, mis proyectos en mente para los distintos medios en los que trabajo y mi familia.

Espero que este 2024 sea para todos un año próspero, lleno de tranquilidad, paz y, ante todo, mucha salud.

¡Nos vemos en enero!