Después de haber levantado la cuarentena y el cordón sanitario que impedía el libre transito entre la comuna de Chillán y el resto de las comunas aledañas, esperaban las mejores noticias con respecto a la propagación del #COVID19, pero lamentablemente, este no fue el caso.

A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades gubernamentales, de informar a la ciudadanía del uso obigatorio de la mascarilla, guantes de látex y el distanciamiento social, los resultados que se esperaban no ocurrieron.

Cerca de 3000 nuevos casos se han detectado a nivel nacional en una semana, dando como resultado, el cierre de 37 comunas, nada más en la ciudad capital y la prohibición de andar en la calle a las personas mayores de 75 años.

Ahora, el punto es que, muchas personas al parecer no creen que puedan contagiarse, y salen a la calle sin las medidas mínimas de protección, hacen reuniones para festejar cumpleaños y llevan su vida como si no existiera el coronavirus.

El nivel de cesantía en Chile, se especula que llegará a un 20%, una cifra alarmante para un país que iba pujante a la consolidación de la mejor economía en America del Sur.

Solo queda reinventarse; Adaptarse al cambio, parece ser la mejor estrategia para surfear la ola y mantenerse bien, economicamente hablando, mientras aparece la solución a la pandemia que azota a los países menos preparados.