Una imagen, una historia | Sin brújula

in WORLD OF XPILAR2 days ago (edited)

Hola a todos.

Esta es mi participación en el Concurso una imagen, una historia de @franyeligonzalez.

Antes de continuar, quiero invitar a @raul3600, a @roxanamujica22 y a @elyayo.


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Sin brújula

Jeremías y sus amigos habían organizado un fin de semana de acampada tras un largo año de trabajo. Yocasta, Sara, José, Jenifer, Jorge y él se graduaron de diferentes universidades y, a pesar de la distancia, supieron mantenerse en contacto. Al ver las vacaciones tan próximas, decidieron que debían pasar tiempo juntos antes de verse obligados a separarse por motivos laborales.

Hacía tiempo que no iban al bosque al que solían visitar de pequeños. Jeremías se sorprendió de ver que todos tenían la misma idea en mente. Se organizaron y se reunieron en el terminal de pasajeros de Burgos antes de tomar un autobús hacia el parque nacional que abarcaba varias hectáreas de tierra.

Una vez ahí, buscaron un punto para asentarse y se acomodaron. Hacer las carpas les costó porque hacía tiempo que no lo hacían. Una vez armadas, se pusieron a comer. Esperaron a que bajara la comida y se fueron a nadar todos excepto Jeremías ya que él no era muy fanático de meterse en el agua.


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Fuente

El hombre de treinta y un años fumaba y escuchaba música a través de sus audífonos mientras veía a sus amigos nadar y alejarse de la orilla. El nivel del agua no superaba la cintura del más alto de ellos ya que en esa zona el río era llana por lo que era seguro jugar en sus aguas frías y claras. Desde la distancia en la que se encontraban le hacían señas y gestos a Jeremías, quien no cedía a las invitaciones a unírseles.

Todos estaban de muy buen ánimo y se sentían muy a gusto cuando, de la nada se oyó un estruendo. Dejaron de chapotear, esperando a ver la causa -o consecuencia- de aquel ruido extraño. Jeremías, como mucho, sintió el piso vibrar. Al ritmo de I´ll Keep Coming vio a sus amigos mirar a todos lados buscando algo que él ignoraba.

Ellos, al ver que no pasaba nada, siguieron jugando.

Antes de que pudiesen advertirse mutuamente y correr, una vaguada arrasó con el área del cuerpo de agua en la que se encontraban, arrastrándolos varios metros río abajo.

El momento entre ser golpeado por la masa de tierra, agua y materia vegetal y ser estampado contra un árbol grueso y vetusto era de cálculo difícil. Jeremías no perdió la consciencia. Buscó la superficie en medio de las olas y los elementos que el río arrastraba. Abrazado al roble, esperó a que el nivel del agua bajara.

El fango, la humedad y los posibles animales que se movían en medio de todo el desastre le hicieron sentir algo de asco. Jeremías se liberó del charco y se separó del tronco del árbol.

Con miedo a hundirse en alguna depresión u hoyo de difícil detección, avanzó para ir a buscar ayuda para sí mismo. Sabía que, para poder ayudar a sus amigos, y a cualquiera que necesitara socorro, debía ver por su propio bienestar.

Eso, si conseguía a alguno de ellos con vida.


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Gracias por leer