Cuando hablamos de juguetes detrás siempre habrá un niño, disfrutando de ellos inventado historias irreales o soñando ser uno de ellos sobre todo si es un juguete de algún superhéroe.

Si vemos peluches podríamos decir que es sinónimo de ternura, amor en la mayoria de los casos casi siempre un peluche se le regala a una niña o una persona de sexo femenino.

Actualmente se ve muchos jovencitos que tienden a jugar con estos muñecos, en mi epoca se veia muy mal y lo primero que gritaría mi papá sería

los hombres no juegan con muñecas o peluches.
Buenos eran otros tiempos.

Volviendo al tema requerido, quien no jugó o quiso un juguete de niño o más aún después de grandes los conservan como tesoros o adornos en sus cuartos.

Los juguetes de ahora son muy lindos y coloridos, bellos no se les puede negar; pero recuerdo cuando haciamos juguetes artesanales y nos divertíamos, o cuando se jugaba los juegos donde no hay juguete en sí como las rondas, escondido entre otros que fomentan el compañerismo y fortalecen las amistades. Actualmente poco se ven han sido sustituidas por juegos más pasivos y solitarios.

Todo cambia algunas cosas para bien otras no tanto pero allí vamos celebrando los aciertos y lamentando los fracasos.

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Les comparto la historia de estas imágenes la de los peluches gigantes la tomé en un restaurante en una bomba de gasolina acá en Panamá, eso fue ya pasando la pandemia, para separar las mesas había una mesa sola y otra con un par de ositos, para mantener el distanciamiento.

La tercera imagen es una tienda de juguetes y en la entrada están todos los superhéroes del momento en tamaño real y los niños son dos de mis nietos.
La otra es uno de mis nietos jugando con sus muñecos en el piso.