The Diary Game || 19-11-24 || Declarando las buenas nuevas🕊️

Al regresar de nuestra Convención Regional el domingo 17 de noviembre, me sentí profundamente motivado a continuar difundiendo las buenas nuevas de Dios, alineándose perfectamente con el tema de nuestra convención, "Declarar las Buenas Nuevas". Tuve el honor de estar entre los elegidos para compartir este mensaje. Aunque hoy fue agradable, noté que había menos personas en casa para discutir sobre la palabra de Dios. No obstante, estoy ansioso por reflexionar sobre los aspectos más destacados de mi día a través de mi juego de diario, donde anotaré mis experiencias al declarar las buenas noticias.

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Me desperté a las 6 a. m. del martes, preparándome para nuestra reunión de servicio del campo a las 9 a. m. Comencé el día uniéndome a mi familia en nuestra adoración y oración matutinas. Después desayuné, me refresqué y me dirigí al Salón del Reino, donde estaba prevista la reunión. Al llegar, descubrí que el grupo ya se había marchado debido a mi llegada tardía. Rápidamente me comuniqué con ellos para determinar su ruta y finalmente los alcancé.

El lugar donde los conocí

Me emocionó ver la impresionante participación de voluntarios ansiosos por declarar las Buenas Nuevas esa mañana. A mi compañera, a una hermana y a mí nos asignaron un territorio que recorrer y partimos con entusiasmo. A medida que avanzábamos por el territorio, caminé varios kilómetros en busca de personas con quienes compartir la Buena Nueva. Sin embargo, me sorprendió descubrir que casi todas las casas que visité estaban vacías. No pude evitar preguntarme dónde estaban todos, ya que los martes los residentes normalmente se encontraban en casa durante ese tiempo.

Sentirse cansado

A medida que avanzaba la mañana, comencé a sentirme exhausto y débil, después de haber caminado mucho sin encontrarme con nadie en casa. A pesar de mi fatiga, seguí decidido a aprovechar mi día al máximo. Me tomé un descanso de 10 minutos para descansar y recargar energías, planeando mudarme a un nuevo territorio con la esperanza de encontrar más oportunidades para compartir las Buenas Nuevas. Durante mi breve respiro, persistió una sensación de optimismo y una suave sonrisa permaneció en mi rostro.

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Me consoló saber que Jehová, que me había confiado esta obra, me daría la fuerza que necesitaba para perseverar. Refrescados y renovados, mi compañero y yo partimos hacia el nuevo territorio, deseosos de continuar nuestro ministerio.

Ir al territorio de tierras de cultivo

Decidimos visitar el territorio de las tierras de cultivo, con la esperanza de encontrar personas que antes no estaban en casa. Afortunadamente, muchos de ellos estaban allí, trabajando en sus granjas con sus familias. Aunque estaban ocupados, amablemente nos dedicaron unos minutos para escucharnos. Aprovechamos esta oportunidad para declarar la Buena Nueva, compartiendo con ellos las promesas de Dios para un futuro mejor. Sus rostros se iluminaron de alegría cuando les contamos sobre un momento en el que ya no tendrían que trabajar duro bajo el sol abrasador para mantenerse a sí mismos y a sus seres queridos.

Sentirme feliz con mi amigo

Sentí una profunda sensación de alegría y satisfacción después de compartir las Buenas Nuevas con los agricultores, especialmente porque no me había encontrado con nadie en casa antes. A medida que el día llegaba a su fin, me sentí agradecido de haber obedecido las instrucciones de Jesucristo de declarar las Buenas Nuevas. El sol abrasador finalmente me impulsó a concluir mi actividad del día. A pesar de los desafíos, fue un día notablemente exitoso y extiendo mi más sincero agradecimiento a Dios Todopoderoso por el privilegio de estar entre los proclamadores de Su santo nombre.

Todas las fotos son mías.