Bueno, hoy, como no ha parado de llover tengo todo cerrado, y medio oscuro. Me levanté, preparé mi desayuno.

_{Arepa, mortadela y aguacate}

Siempre como fuerte en el desayuno. Un buen café y arepas con algún acompañante sabroso. Esta vez fue embutidos, aguacate y mantequilla. Todo tan rico.

Terminando de ordenar la cocina, me fijo debajo de la bici que había algo oscuro que se movió: ¡Santo Dios, era una tarántula! Debe haberse metido a causa de la lluvia. Y que deben estar enmontados los patios vecinos. Era muy grande. Y, como no hay nada que ya me asuste más, me dispuse a atraparla.

_{La metí en este frasco}

Ya a estas alturas de mi vida, lo único que me sigue sorprendiendo y asustando es la maldad humana. Tanta corrupción y desenfreno. Pero los animales y alimañas, eso es de lo más natural, son más bien bonitas. Solo que tenerlos en mi sala, eso sí que no me agrada.

Después de esta hazaña del día, seguí con mi vida. Preparé un almuerzo rico. Pollo guisado con arroz blanco y platanitos horneados.

_{Mi almuerzo familiar}

Bueno, la tarde estaba fresca, gracias a la lluvia. Me senté un buen rato a reposar mis piernas, queme han dolido mucho estos días. Tomé algunas fotos del atardecer desde mi sitio de descanso.

_{Mi ubicación frente a mi casa} Mi calle

_{Selfie con mi cielo grisáceo}

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Dios nos da muchas bendiciones, debemos aprovecharlas, disfrutar de la naturaleza y no pensar que lo gris se queda para siempre. El sol vuelve a salir y las esperanzas se renuevan con cada amanecer.

Y, Dios sigue siendo fiel, porque en él no hay sombra de variación.

Con esto en mente,
tomo fuerzas y sigo adelante.
Hasta otro día,
con amor,
Blanca

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