Relatos cortos de terror: La enfermera

Una joven caminaba sola por un viejo hospital. Decían que el hospital estaba maldito, pero ella no contaba con su familia y su esposo la abandonó embarazada. Con mucho dolor seguía caminando hasta que simplemente se desplomó del dolor.

—¡Ayuda! —gritaba con fuerzas, pero el hospital estaba completamente solo. La joven comenzó a sentir cómo la cálida sangre corría por sus piernas y la sensación de morir sola con su bebe la acompañaban.

La joven pegó su cabeza de la pared. —Lo siento tanto, bebé, te amo— cerró sus ojos, resignándose a morir.

Una enfermera comenzó a acariciar la espalda de la joven. — No temas, te ayudaré— dijo con una voz muy suave.

La joven enfermera la ayudó a llegar a una vieja habitación y después de media hora de labor de parto, trajo al mundo a un niño.

— Ten, es hermoso —la enfermera con cuidado le entrega al bebe envuelto en una vieja manta. La joven estaba tan emocionada de ver a su primogénito. Cuando miró a la enfermera para agradecerle, se percató de una foto de una enfermera que estaba muerta. Era igual a la enfermera que la ayudó a dar a luz. La joven estaba asustada y un frío recorrió todo su cuerpo.

— Gracias, Madison, me llamo Carla— dijo con sinceridad la joven madre, la enfermera sonríe.

— Descansa —dice antes de marcharse, Carla se levantó como puedo de la camilla con su hijo y se fue de ese viejo hospital.

Carla conocía la historia de la enfermera Madison. Ella era conocida en el hospital por su belleza y bondad. Estaba en espera de un hijo con el director del hospital. Pero el hijo nació deforme y se lo quitaron, aunque Madison rogó, nadie quiso decir dónde estaba su hijo y con el tiempo murió de tristeza. Desde allí no abandona el hospital con la esperanza de encontrar a su hijo y ella también ayuda a las madres que, al igual que ella, nadie las quizo ayudar.

Carla lloraba, ya que su abuelo le contó antes de morir la historia y el hijo de Madison murió junto con muchos niños deformes o nadie los quería, en ese hospital llenos de almas en pena.