Día 1/3 en Playa Madera, Anzoátegui Venezuela 🌊🏖️☀️
Día 1: La llegada y el primer chapuzón 🏡👙🌊 sí que siii
Desde que salimos rumbo a Playa Madera, la emoción era palpable. Íbamos todos con esa energía de recién graduados, con ganas de celebrar y desconectar del ritmo intenso de los últimos meses. Al llegar a la casa de playa, lo primero que sentimos fue esa brisa marina que te envuelve y te recuerda que estás en un lugar especial.
Sin pensarlo dos veces, apenas dejamos los bolsos nos pusimos los trajes de baño y corrimos directo al mar. Ese primer chapuzón fue glorioso: el agua estaba fresca, el sol brillaba con fuerza y la arena suave nos daba la bienvenida. Entre risas, juegos y fotos, la tarde se convirtió en un festival de alegría.
La casa estaba ubicada a pocos pasos de la orilla, lo que hacía todo más cómodo. Podíamos entrar y salir del agua sin preocuparnos por nada. Algunos se quedaron nadando, otros jugando a lanzarse la pelota, y yo disfruté simplemente flotando, mirando el cielo azul y agradeciendo por estar allí.
Después de un buen rato en el mar, nos reunimos en la terraza de la casa para compartir una merienda improvisada. Había galletas, jugos y hasta música que pusimos. El ambiente era perfecto: el sonido de las olas de fondo, las carcajadas de mis amigos y la buena compañía.
Ya entrada la tarde, decidimos explorar un poco la playa. Caminamos por la orilla, recogimos conchas y tomamos fotos con el atardecer que empezaba a pintar el cielo de tonos naranjas y rosados. Fue un momento mágico, de esos que te hacen sentir que la vida está hecha de instantes simples pero valiosos.
La noche del primer día fue igual de especial. Cocinamos juntos en la casa: pasta con salsa y ensalada, nada complicado, pero con ese sabor único de la comida compartida. Luego nos sentamos en el porche, con la brisa fresca y las estrellas brillando sobre nosotros. Conversamos de todo: anécdotas de la universidad, sueños futuros como médicos, y hasta planes de próximos viajes.
Ese primer día fue la mezcla perfecta de diversión, descanso y conexión. Nos sentimos libres, felices y agradecidos por tenernos los unos a los otros. Playa Madera nos recibió con los brazos abiertos y nos regaló un inicio de viaje que quedará en nuestra memoria para siempre.
Este fue solo el día 1 de nuestra aventura en Playa Madera, y ya había valido la pena el viaje. Lo mejor es que aún quedaban dos días más por disfrutar, y cada uno tuvo su propia magia. Pero sin duda, la llegada y ese primer chapuzón marcaron el tono de lo que sería un viaje inolvidable.
Gracias por acompañarme en este relato, pronto les contaré cómo fueron los siguientes días de esta escapada playera. 🌴
Saludos y bendiciones para todos💗💗💗
Thanksss💕