El zombie - Lunes de Cotinaart

Fuente

 

El hombre llega con cara de terror a la estación de policía, el agente de turno lo aborda.
-¿Le ha pasado algo?
-Sí, estoy muerto.
Ante esta respuesta el policía mira a su compañero, lo primero que le viene a la mente es que se trata de alguien que está bajo los efectos de la droga y le pregunta.
-¿Cuál es su nombre?
-Me llamo Elí.
El hombre tiene aproximadamente treinta y seis años, es de tez blanca y contextura normal.
-¿Por qué cree que está muerto?
-No lo creo, lo estoy. Mi corazón no late.
-Acérquese.
El hombre lo hace y el policía le coloca la mano en el pecho.
Tal como imaginó todo está normal.
-Ponga su mano en el pecho.
El hombre obedece.
-¿Siente su corazón?
Este le responde.
-No, no está latiendo y huela mi piel, me estoy pudriendo.
-Siéntese.
-¿Qué quiere que hagamos? –le pregunta el otro
-Llévenme a la funeraria para que me entierren, yo no voy porque no siento tampoco que mis piernas funcionen y no sé si me dará tiempo llegar ante que explote y mis órganos queden regados por todas partes.
-¿Ha tomado algún medicamento, o consumido droga?
-No, me desperté hace rato y me di cuenta que mi cerebro está muerto.

Fuente

 

-Si estuviera muerto no recordara nada.
-Lo recuerdo porque soy solo espíritu, ya el cuerpo donde estaba no sirve y deben enterrarlo antes que se termine de podrir y se desprenda de los huesos. ¿No lo entienden?
-Cálmese, quédese allí que ya le resolvemos su problema.
Convencidos que se trata de un caso de demencia llaman al oficial y este a su vez al psiquiatra.
Cuando llega este, el hombre se encuentra con la cabeza sostenida entre las palmas de las manos.

Al verlo vestido sin uniforme le pregunta.
-¿Usted es el de la funeraria?
Este le sigue la corriente.
-Sí, pero para hacer lo que pide necesitamos la autorización de su familia. ¿Cómo los localizamos?
-Le puedo dar el número de mi hermana.
-Perfecto.
Lo hace y en menos de media hora ella se encuentra hablando con el psiquiatra.
Tras este explicarle lo ocurrido esta le pregunta
-¿Se volvió loco?
-No literalmente, podría estar sufriendo de una rara patología llamada “El síndrome del zombi”
-¿Qué debo hacer?
-Usted nada, lo recluiremos en una institución psiquiátrica y trataremos de ver si logramos curarlo, pero no hay muchas esperanzas.
Unos minutos después el galeno se acerca al hombre y le pregunta.
-¿Tienes hambre?
El hombre se levanta de la silla y le grita.

Fuente

 
-¿No se da cuenta que estoy muerto? Que hay gusanos que han comenzado a comerse mi cuerpo y no me hace falta comer, sino que me entierren.
El Psiquiatra conciliador le responde.
-Cálmese, siéntese que estoy esperando a los ayudantes que lo trasladaran a la funeraria, solo le pregunté eso para estar seguro de su estado.
El hombre lo hace y en voz baja habla.
-Ojalá lleguen rápido porque siento que un gusano está a punto de salirse por mis ojos.
El policía que está al lado suyo y lo ha escuchado hace un gesto de asco con su cara.
A los minutos llegan los enfermeros del hospital y se lo llevan.