The diary game ( 24-12-2025 ) convivencia en un simple miércoles

La fecha 24 de diciembre de 2025 y sencillamente conmovido que fue cómo Comencé mi día el miércoles. Esa noche, me detuve en la noche en un café que yo ya conocía bastante bien. No era un sitio para nada lujoso, solo un edificio modesto con techo de hojalata y paredes de madera, pero el calor humano siempre se sentía allí. Una brew de café negro se convirtió en mi inseparable compañera para arrancar el día y calmarme antes de que éste se pusiera realmente en marcha.

En el bar, me acomodé como para un rato y eché un ojo al ambiente. Algunos amigos o conocidos ya se habían avanzado. Algunas personas estaban sentadas en la mesa de madera, mientras que los demás permanecían en pie, hablando sobre tonterías. Hablamos "ios naturally con naturale- : el trabajo, la condición del pueblo, planes de futuro, i petites historias amusantes et pour qu'on en rigole." Pero no fueron discusiones aburridas, sino pláticas francas y calurosas al estilo de los encuentros matutinos.

A medida que el mediodía se aproximaba, la cafetería se estaba llenando. Algunos para desayunar, otros para tomar un café o un té. Platos y vasos se amontonaban en las mesas del rincón, lo que significaba que ya había comenzado la comida. Unos en silencio con sus platos, otros conversando aún mientras masticaban, otros más que nada comían a cucharadas. El ambiente era animado pero sencillo, como la vida de diarios de un grupo de habitantes que se conocían y se valoraban.

Personalmente, disfruté del momento con gratitud. Sentarme, tomar café y escuchar las historias de quienes me rodeaban me hizo sentir más cerca de la vida. En medio del ajetreo y las exigencias de la vida cotidiana, momentos como este sirven como recordatorio de que la felicidad no siempre proviene de las grandes cosas. A veces, la felicidad se presenta en forma de conversaciones informales, risas desenfadadas y unión espontánea.

Al caer la noche, mis amigos se despidieron uno a uno para volver a sus respectivas actividades. El café se vació un poco, dejando solo mesas recién usadas y vasos vacíos. Me preparé para irme con una sensación de calma. Ese miércoles podría haber parecido normal para otros, pero para mí, el 24 de diciembre de 2025, fue un día lleno de calidez, unión y una sencilla lección sobre el significado de disfrutar la vida tal como es.