El poder de las redes sociales

No suelo estar metido en las redes sociales, entro a revisar dos o tres veces por día. Hace meses descubrí, por una nota de Infobae, a un chico de la ciudad de Buenos Aires llamado Santiago Maratea (su cuenta es @santimararea) que es influencer en Instagram.

Este chico lleva a cabo recolectas para obras benéficas de tal envergadura que recolectó 2 millones de dólares para comprar un medicamento que una niña de 1 año necesitaba urgente para seguir viviendo. Resulta q este medicamento es el más caro del mundo, y bueno, convocó a sus 1.6 millones de seguidores a aportar cada uno 22 pesos para llegar a ese monto.

También donó 2 camionetas para una provincia del Chaco que serían convertidas en ambulancias, ya que la comunidad no contaba con una ambulancia en buen estado.

La última recolecta que hizo fue la más épica: resulta que unos atletas argentinos, que ya estaban listos para participar, les informan 2 semanas antes que no iban a poder asistir a los juegos Panamericanos que se realizan en Ecuador, ya que el instituto nacional del deporte argentino no podía pagar el costo del vuelo privado que los trasladaría al evento deportivo.

Entonces, Santiago se enteró de esta situación e hizo de nuevo su magia: convocó a sus seguidores y en 24 horas pudo recaudar los 100 mil dólares que cuesta alquilar el avión, y entonces todos los atletas pudieron viajar. Como agradecimiento por tan titánica ayuda, los atletas le dijeron que los acompañara a Ecuador y éste ni corto ni perezoso se montó en el avión con ellos.

¿Se imaginan todo lo que se puede lograr si la gente común se organiza? Este es un verdadero ejemplo.