Hay que seguir

Últimamente las cosas que están pasando por mi cabeza. Enfermedad, preocupaciones y muerte es el común denominador. Todos los días recibo noticias de amigos y conocidos que fallecen a causa de este virus del demonio o que están pasándola mal internados y sin dinero para costear el tratamiento.

Se podrán imaginar la situación caótica que están pasando mis compatriotas en Venezuela, donde enfermarse de cualquier cosa es un lujo. Mi esposa y yo vivimos estos días muy preocupados por nuestros padres, hermanos y demás familiares que quedan en Venezuela. Es un sentimiento muy fuerte que te bajonea inmediatamente.

Yo le doy gracias a Dios que este virus nos atacó levemente. No sé si se lo debemos a nuestro sistema inmunológico, a que nos tocó una cepa no muy letal o con carga viral baja o simplemente Dios y la Virgen nos protegió en todo momento.

En estos momentos transito el camino sin muchos ánimos pero con la convicción de que es la única manera de seguir viviendo en este mundo, hay un motivo muy fuerte que me impulsa a seguir adelante a pesar de todo, ese motivo son mis hijos y la esperanza de poder volver a abrazar a mi madre.

Para los haters: hoy me dio la gana de poner una sola foto. Son mis post y yo decido lo que pongo.