Hola amigos, hoy les traigo una nueva aventura.  

• Esta vez quiero compartir con ustedes una de las experiencias más memorables que he vivido pues amo viajar y si es en Venezuela mucho mejor. Esta travesía fue antes de que el Covid-19 nos impidiera recorrer libremente los caminos del mundo. Fue junto a mis amigos Vero y John, acompáñenme a descubrir el bello pueblo de Caripe en el oriente Venezolano.  

 Todo comenzó cuando Vero, que es una talentosa fotógrafa, nos dijo a John a mí que tenía un trabajo que sería diferente pues se trataba de una boda que se realizaría en el bello pueblo de Caripe, en el estado Monagas. Sin embargo, necesitaba a otro fotógrafo y pensó en John para cubrir el puesto, él aceptó y ambos voltearon a verme.  

-¿Y tú, te animas a venir?- me preguntó Vero.  

No lo pensé dos veces y dije que sí.  

De esa forma salimos en vía a Caripe recorriendo el estado Bolívar y luego el estado Monagas. Pasamos por Maturín, ciudad que tenía varios años sin visitar, y continuamos entre risas, buena música y basta vegetación. Así finalmente llegamos a Caripe.   

La boda en la que Vero trabajaría fue realizada en una posada hermosa llamada Loma Paraíso, un lugar en donde las habitaciones para los huéspedes están puestas en pequeñas cabañas. Además, poseen un lago natural, piscina, salón de fiesta y zonas para el esparcimiento.      

Llegamos el mismo día de la boda a eso de las 3:00 pm. Nos instalamos en nuestra cabaña y nos reunimos con los organizadores (que siempre, o casi siempre, es la novia que se casará jaja) y nos indicaron cómo sería el evento.  Así llegó la noche y comenzó la acción.

Los novios eran una pareja bastante joven que lucieron radiantes en un día tan especial. No he ido a muchas bodas en mi vida pero sé que mis partes favoritas son: La ceremonia y el momento de brindar en la fiesta. Ambos me parecen muy emotivos.  

Como verán, la pasamos excelente. Por mi parte, aún sin ser un experto en fotografía, ayudé lo más que pude para que Vero y John no tuviesen tanta carga. Como siempre fue un trabajo bien hecho.  

No podíamos irnos de un sitio tan acogedor como Caripe sin conocerlo mejor. Es por eso que, el día siguiente a la boda, decidimos recorrer el pueblo antes de emprender el regreso a nuestro hogar. 

Qué les puedo decir de Caripe. El clima es lo más agradable que puede haber, en las mañanas y las noches hace mucho frío así que abríguense bien si llegan a ir. Por otra parte, guarda aún esa magia característica que solo se encuentra en los pueblos venezolanos, una que hace que el tiempo corra distinto, que no permite que las marañas citadinas los alteren.

Partimos de Caripe muy felices por toda la experiencia ya que, lo que empezó como un plan de trabajo, terminó como una experiencia de amistad y alegría que jamás olvidaremos. 

Nos hicimos la promesa de volver a visitar Caripe juntos algún día, espero que así sea.