Saludos amigos Steemians, miembros y lectores de @SteemVenezuela gran gusto en poder llegar una vez mas a todos ustedes, hoy en nuestro lunes de escrituras, quisiera compartir con todos unas de las historias más conmovedora y fascinante que alguna vez puedan conocer, esta historia son hechos de la vida real que nos relatan y a la vez nos da una gran lección de vida, esta historia nos muestra que la valentía de algunos puede ser la única luz de esperanza para los más desprotegidos, en tiempos difíciles y de gran dolor para miles de personas en plena segunda guerra mundial el cielo se encargó de enviar un ángel para salvar a miles de niños, les hablo de: El Ángel de Varsovia.

Los días habían sido crueles y dolorosos para esta noble enfermera, en su padecimiento había perdido la noción del tiempo, sus días transcurridos en los tormentosos calabozos de aquella temible cárcel que parecía el mismo infierno. Si existía algún lugar donde estuviese la mayor concentración de muerte y maldad en la ya casi destruida Europa era precisamente ese lugar. Todos sabían que llegar ahí era prácticamente una sentencia de muerte, aquel lugar era la prisión de Pawiak. Las torturas agobiantes y tormentosas que los soldados nazis realizaban a diario llevarían a cualquier persona desear la misma muerte para no padecer más aquellos castigos inhumanos.

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Nunca una enfermera había sido expuesta a tantas torturas en tan pocos días como aquella mujer llamada Irena Sendler. Ya su débil cuerpo no podría resistir tanto dolor, agotada y agobiada yace en el suelo con su cuerpo luchando por respirar cuando logra escuchar su sentencia final había sido condenada a muerte, sintió el pánico como nunca antes lo había sentido, aquella mujer desamparada y desgastada sólo pudo aferrarse a su fe en Dios, ella sabía que todo había valido la pena, ella sabía que su sentencia a muerte había sido el regalo de vivir para muchos niños que logró salvar a escondidas, por mas torturas que los soldados nazis hacían en ella jamás pudieron sacar una sola palabra, ella era la única que sabía los nombres de todos aquellos niños judíos salvados a escondidas de las crueles garras de los nazis, sólo ella sabía las direcciones de las familias que albergaban a todos aquellos pequeños judíos.

Irena Sendler espera el momento de su ejecución a muerte, cuando de pronto se acerca un soldado con un rango superior, con aquella mirada cruel la llama indicando que su momento ya está por cumplirse, la trasladan a un pequeño y oscuro lugar, aquel soldado ordena quedarse solo con ella, mientras que la observa con una mirada fría Irena Sendler sólo puede encomendarse a Dios, el soldado con su arma en mano abre la puerta y sin esperanza alguna aquella mujer solo esperaba que se abriera fuego contra su ya débil humanidad, de pronto aquel soldado de manera inesperada suelta un fuerte grito y logrando decirle, ¡corre, corre!

Irena Sendler sorprendida de todo lo que estaba aconteciendo decide correr con todas sus fuerzas, aun desgastadas logra sacar las ultimas reservas de fuerzas desde lo más profundo de su corazón y de su gran deseo por la vida, corrió como nunca antes en su vida, jamás miró atrás en cada paso que daba pensaba en aquellos rostros hermosos de los pequeños niños que todavía necesitaban de ella, su tarea aún no estaba terminada, logra escapar aquel día de la muerte, aquella valiente mujer fue llamada Irena Sendler: El Ángel de Varsovia.

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Irena Sendler, también conocida como “El Ángel del Gueto de Varsovia” fue una enfermera polaca, esta mujer ayudó y salvó durante la Segunda Guerra Mundial a más de 2.500 niños judíos del Gueto de Varsovia.

Esta valiente mujer se jugó la vida sin importar las consecuencias para salvar a miles de niños inocentes. Su noble labor la heredó de su padre quien murió siendo ella una niña. Tras la invasión de los alemanes en plena segunda guerra mundial logran conquistar a Polonia en el año de 1939. Creando así el gueto de Varsovia en 1942. Esta mujer llevaba un brazalete con la estrella de David, esta era la manera con la que se podía identificar para poder ayudar a todos los padres y madres judíos, pues sin duda sus días estaban contados para ser deportados a los campos de concentración. Estos padres veían en aquella mujer la única esperanza para que sus hijos tuviesen la oportunidad de vivir y no morir en el Holocausto, en las tan escuchadas salas tóxicas de envenenamiento o los temibles hornos de fuego.

Ella les ofrecía la posibilidad de llevarse a sus hijos fuera del gueto con distintos métodos a fin de preservarle la vida a todos esos pequeños, todas aquellas familias que aceptaron, entregaron a sus hijos con inconsolable dolor para ser sacados por la ambulancia que usaban las enfermeras, fueron sacados en cajas, en ataúdes, en sacos de patatas, por las cloacas, túneles y otras maneras improvisadas, en ocasión tenían que inyectarle sedante a los niños de meses para que así no lloraran y poder sacarlos con éxito.

EL 20 de octubre de 1943, el Ángel de Varsovia fu detenida y llevada a la prisión de Pawlak, ahí fue torturada, pero ella nunca reveló el paradero de aquellos niños judíos que lograron sacar. Finalmente fue condenada a muerte. Sin embargo, un soldado polaco logró liberarla con la excusa de hacerle otro interrogatorio. Tras todo lo vivido esta valiente mujer siguió trabajando bajo una identidad falsa, esta vez no dejaría ninguna pista, enterrando así en el jardín de una vecina todos los registros y nombres de más de 2.500 niños salvados.

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Tras terminar la guerra, Irena Sendler desenterró aquellas listas con los nombres de todos aquellos niños judíos, ella misma se encargó de entregársela al Comité de salvamento de los judíos supervivientes. La mayoría de aquellos niños fueron criados en orfanatos por parejas anónimas y por conocidos de Irena.

Durante mucho tiempo Irena Sendler se mantuvo bajo perfil, años después el mundo conocería su historia y su valentía, el coraje de esta mujer y lo mucho que había arriesgado para salvar vidas la hizo merecedora del apodo “El ángel de Varsovia”. La labor de Irena Sendler fue descubierta por medio de una fotografía donde miles de hombres y mujeres aseguraron haber sido salvados y cuidados por ella. En noviembre del 2003, le fue otorgada la más alta distinción civil que se le puede entregar a un ciudadano en Polonia, fue nombrada dama de la Orden del Águila Blanca. En el 2007, el gobierno de Polonia la postuló como candidata para el Premio Nobel de la Paz, contando con el apoyo del Estado de Israel y de la Organización de Supervivientes del Holocausto, algunas autoridades de Alemania expresaron su apoyo considerándola como uno de los últimos héroes vivos de su generación demostrando valor frente a la maldad y la injusticia, finalmente el ángel de Varsovia muere en el 2008.

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Una de las frases célebres más noble fue:

“Esos actos fueron la justificación de mi existencia en la tierra, y no un título para recibir la gloria”.