Además de la anécdota muy bien contada, esa aventura que induce al personaje a reconocer que no era tan mala su vida, nos sorprende, al final, el cambio de perspectiva en la narración. La primera persona en el cierre del relato acerca al lector hacia la efusiva emotividad del protagonista... Bien hecho, amiga. Saludos.
Muchas gracias por leer mi publicación y hacer su apoyo en ser tan preciso en su apreciación.
A veces los cambios en las narraciones nos despiertan de la lectura.