Pensamientos y reflexiones diversas sobre varios temas. Día 06/09/2021

Hoy vengo con un post muy distinto a los que suelo hacer, pero considero importante realizarlo, además de que me apetece hacerlo. Hoy siento deseos de hacer diversas reflexiones sobre varios temas; así que aquí voy:

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La importancia de los mensajes y palabras

Un mensaje de motivación, una palabra de aliento, nunca subestimemos la importancia de una palabra de alivio y ánimo para con una persona que vemos que lo necesita, y todas las personas (incluidos nosotros mismos) las necesitamos algunas veces. Todas las cosas mejoran cuando les hablas de manera agradable y cuando te hablan de manera agradable.

La palabra edifica y destruye

La palabra bien dicha, con buena intención, con paz, con benevolencia tiene un aura milagroso, si es que hasta las plantas y los animales reaccionan mejor cuando les das palabras de cariño, cuánto más funciona esto con las personas. Pero existen personas que no sueltan una palabra de bondad bajo ningún concepto, y si sueltan alguna palabra, es para destruir y perjudicar a otras personas, generalmente sin motivos; sin darse cuenta de que en el chismorreo y crítica negativa sin causa que les caracteriza, no hacen más que envilecerse a sí mismos.

En esa espiral de envilecimiento gratuito, en el que caen este tipo de personas, tornan sus propias realidades de manera negativa, y dejan entrever a simple vista las carencias afectivas y de educación, de moral, de valores y de todo tipo que poseen; no se dan cuenta que lo que dicen de otros (para un observador análitico y profundo), habla más de ellos mismos que de los demás.

No se dan cuenta de que solo muestran sus resentimientos, envidias, celos, complejos, egoísmos y carencias, y en ese camino, solo las perpetúan sin cesar. No se dan cuenta de que a veces ponen una piedra de tranca y de peso y terminan de destruir a una persona que ya se encontraba mal y que tan solo necesitaba un poco de comprensión y ayuda, no se dan cuenta de que caen en la crueldad más extrema.

Si tuvieran el buen sentido y el discernimiento y la buena intención de ayudar a los demás, aunque solo fuese con el pensamiento, harían que las demás personas se sintiesen mejor y salieran adelante; pero esto es algo demasiado profundo de entender para la mayoría de la gente que es así; y aún los pocos que lo medio entienden, no desean hacerlo, porque no sienten bondad en sus corazones.

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La gente entonces no entiende que la palabra bien dicha edifica, anima, y la palabra dicha de mala manera, o con mala intención, desgasta, deteriora, destruye y menosprecia.

Otra reflexión que quiero hacer hoy es acerca de:

Las normas de cortesía, también algo que se ha perdido por estos días

Dentro de este mismo tema se puede acotar que otra cosa que se ha perdido por estos días son las normas de cortesía. Con lo bonito, fácil y cortés que es decir "Buenos días" o "Buenas tardes" o "Buenas Noches", cuando se llega a algún sitio, o decir "Gracias" cuando alguien te hace un favor, o "De nada" o "A la orden" cuando alguien te da la gracias por haberle hecho alguno. Con lo simple que es que decir "Con permiso" cuando vamos a pasar por un sitio donde hay una o más personas en el camino... Y la gente simplemente ignora o resta importancia a estas cosas tan básicas que antes le enseñaban a los niños desde la edad más temprana.

Ahora parece existir la creencia de que cuánto más cortés es una persona, más tonta es; y cuánto más descortés, burlista y menospreciadora de los demás es, más lista es... Bueno, no lo digo a modo de crítica gratuita, realmente creo que estas cosas no deberían de ser, porque van en contra de las buenas costumbres y el sentido de la decencia y buen comportamiento que debe regir al ser humano. Supongo que soy enchapado a la vieja escuela, pero no me termino de acostumbrar a estas cosas.

Pero los buenos y malos valores no van solo por lo corteses que somos (las normas de cortesía son solo la capa superficial de cosas más profundas), también debería aplicar en el aspecto de la manera en qué actuamos.

Los buenos valores van en el apego a lo correcto aún cuando nadie te vea, significan hacer lo correcto aún si eres el único que lo hace, o incluso si hay otros presionándote para que no actúes como debes

Saber qué es lo correcto y hacerlo, aún cuando nadie te ve o te obliga a hacerlo, es el deber ser de las cosas en cualquier plano; actuar según el orden, la moral, el buen comportamiento, el sentido común y apego a las normas de respeto y responsabilidad personal, deberían ser la regla y no la excepción a la regla en el comportamiento del ser humano. Además, el ser humano debe tener la suficiente responsabilidad y personalidad como para actuar digna y humananamente, aún si existen otros presionándole (directa o indirectamente) en alguna forma para que actúe de forma indebida.

Pero en Venezuela (así como en todos los países latinos) entre mucha gente parece estar demasiado arraigado el concepto de "Viveza criolla", que no es más que el concepto bajo el cual se considera más listo o avispado o inteligente a la gente cuanto más menospreciadora, descortés e insufrible se presenta o muestra ante los demás. Este es un concepto, es un estilo de vida y de ver el mundo que habla de solo buscar el bien propio a toda costa sin importar nada más, y sin asumir responsabilidad por nada ni por nadie, sin sentir respeto por nada ni por nadie.

El vivo criollo busca salirse con la suya en cualquier ocasión que se le presenta, simplemente porque sí, porque le da la gana, porque se siente con el poder, el deseo y el derecho para abusar de los demás.

El "vivo criollo" se come la luz en todos los semáforos solo porque sí; enciende el equipo de sonido a todo volumen con cualquier "zafarrancho" de música tan solo para molestar a los vecinos; tira basura en las calles, especula a sus compatriotas al vender cualquier producto con márgenes de ganancia que van mucho más allá de cualquier cosa razonable.

El "vivo criollo" pide prestado y jamás paga, maneja en sentido contrario en la calles solo porque sí, se colea (o cuela) en cuanta cola puede, pasando por encima de cualquier cantidad de gente que estaba primero que él y lo hace de la manera más adrede y descarada posible.

El "vivo criollo" no solo no se conforma con colearse él, sino que también cuela a sus numerosos "amigotes" en las colas, y se siente con ánimos de justificarse y de pelear con cualquiera que buenamente le reclame algo con respecto a esto.

El "vivo criollo" soborna y se deja sobornar por favores cada vez que puede hacerlo. El "vivo criollo" en los trabajos, forma su "Patota" y perjudica gratuitamente ante los jefes a todo aquel que le caiga mal, a toda persona que no le guste o le caiga en gracia, aún sin esta haberle hecho nada malo ni haberle dado ningún motivo para ello.

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El "vivo criollo" cuando llega a un cargo con un mínimo de poder, busca presumirlo y aprovecharse del mismo robando, y haciendo cualquier cosa ilegal que le traiga beneficio personal. El "vivo criollo" roba y abusa y hace cualquier cantidad de cosas indebidas cuando cree que nadie lo ve, o que nadie lo descubrirá.

Y lo peor del concepto de viveza criolla, es que se da en los países donde presumimos de tener mejor calidad humana y comportamiento en general. Todas estas cosas descritas y muchísimas otras más (más de las que soy capaz de mencionar en un simple y corto post), son las que caracterizan al "vivo criollo".

Una cosa curiosa

Hace unos días hablaba con un conocido sobre lo que es viajar al extranjero, y cuáles serían los mejores destinos para vivir, y esta persona (que tiene buena posición económica y nivel) me dejó entrever que pensaba que el mejor país para vivir era Venezuela, y que esos países desarrollados y con orden eran tan solo para visitar, turistear e ir a gastar el dinero; porque en esos países la gente no se podía "comer la luz". Con "comer la luz", esta persona me quiso decir que en esos países hay mucho orden y la gente (en este caso, el venezolano) no puede llegar haciendo lo que le da la gana hacer, no puede llegar haciendo como acustumbra, los abusos y cosas contrarias al orden y deber ser que le son tan cotidianas.

Esta persona me quiso decir que esos países son muy estrictos y penalizan por cualquier cosa que contraríe a lo establecido por la ley y las normas, y que el venezolano (o cualquier persona que llegue a esos países), no puede llegar a ser feliz, no puede hacer lo que le de la real gana, porque simplemente no hay lugar para la "viveza criolla" que acostumbra.

Parcialmente esta persona con la que hablaba tiene razón, en los países desarrollados existe orden y son muy estrictos, y nadie puede llegar abusando ni pasando por encima de los demás, no importa cuánto lo desee; pero lo que me parece curioso es que una persona de buen nivel económico y social piense de esta manera, es decir, me parece curioso que una persona piense que el orden de esos países desarrollados y organizados le juegue en contra de su propio crecimiento, progreso y felicidad personal.

Es como si esa persona pensara que para crecer, progesar y ser feliz, debe mantener el concepto de "viveza criolla" a toda costa; y si esta persona de buen nivel económico y social razona de esta manera, ¿qué quedará para las personas que tienen pobre nivel económico y social? Es algo que te hace pensar.

De cualquiera de las maneras, luego nos preguntamos por qué al latino le cuesta tanto adaptarse a las realidades de los países desarrollados y mejor ordenados cuando se radican en los mismos. Al final de cuentas, el "vivo criollo" no es más que un "pendejo criollo" (con el perdón por la palabra y la expresión), porque el "vivo criollo" no ve que no hace más cerrarse las puertas de las oportunidades para sí mismo, y para los demás, con su comportamiento cuando sale al extranjero, queriendo mantener las malas costumbres que mantenía inconscientemente en su propia tierra y no ubicándose mentalmente en la nueva realidad a la que llega.

Una reflexión más por hoy

Estas líneas tan solo han sido algunas reflexiones que he querido hacer hoy, igual, sí es verdad que estoy enchapado a la antigüa, pero ni modo, nadie negará que existe un "deber ser" de las cosas y que todo lo contrario al orden, lo ético, lo correcto y lo cortés, son antivalores en sí mismos.

Tampoco pretendo generalizar, ya que pienso (no se si ingenuamente) que existe en todos los países más gente buena que mala, más gente que entiende la la importancia de los buenos valores y comportamientos que gente que no los entiende, pero lo que me alarma es que cada día parece haber más gente que parece no entenderlo, y por eso, he apuntado y especificado concretamente el concepto del "vivo criollo". Espero se haya entendido esto.

Dicho eso solo me queda decirles por ahora: Éxitos y progreso para todos ustedes, lectores invisibles!