"MI ANECDOTA - MI REFLEXIÓN SEMANA 5"

  Estoy muy complacida por unirme a la dinámica reflexiva que auspicia nuestro querido amigo @marvinvelasquez porque, a través de esta iniciativa tenemos la oportunidad de analizar esas eventualidades que nos ocurren en nuestro día a día y siempre tienen enseñanzas. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Hace unos días presencié una situación que más allá de ser incómoda, sentí que fue muy avergonzante y a pesar de que no me involucraba directamente, era inevitable no tener la sensación que emana la vergüenza ajena acotando que, siempre he sido enemiga ferrea de esa emoción.

  La situación inició cuando escucho a un adolescente decir:

Tú ya estás muy viejo para entrenar aquí, el Polideportivo se hizo para los jóvenes

  Esas palabras fueron dirigidas hacia un señor que de acuerdo a mis cálculos, tendría unos 65 años de edad mientras que ese adolescente debe de estar por cumplir 13 años o ya los cumplió y, aquí sé la edad porque estaba entrenando atletismo con los jóvenes de la generación que nacieron en 2011.

  Al escuchar esa aberración, inmediatamente miré al señor notando así en su rostro una tristeza que me arrugó el corazón y, no es para menos porque, además de las palabras tan duras que le dijeron, la tonalidad que usó ese adolescente fue de desprecio; particularidades que sin duda alguna están mal porque, nadie merece ser tratado de esa manera y mucho menos en un lugar público donde van personas mayores que tienen un problema de salud y hacer ejercicios es la manera que tienen para lograr el bienestar que requieren.

  Presenciar esta situación me volvió a recordar que estamos viviendo en una sociedad donde la nueva generación no está creciendo con valores que hasta la generación Z eran muy importantes y esto es preocupante porque, si ya estamos en la fase donde a las personas mayores humillan, no me quiero imaginar lo que ocurrirá en un futuro no muy lejano.

  Puedo entender y aceptar que los jóvenes de hoy día soy muy diferente a la generación que me corresponde. Sin embargo, soy partidaria de creer que para enseñar y fomentar los valores no hay que pertenecer a una generación específica ya que, la educación es un derecho al que todos debemos acudir y si realmente queremos evitar que nuestra sociedad se convierta en un caos incontrolable, es indispensable que en casa evaluemos qué se les está enseñando a esa generación relevo e incluso, las actitudes que nosotros tenemos como adultos.

  Siendo honesta, agradezco mucho haber tenido una educación donde el respeto hacia las personas mayores era indispensable aprender y gracias a ello es que hoy día veo a los adultos como una fuente de sabiduría y un núcleo de personas a los que debemos cuidar porque, en su momento ellos aportaron muchas cosas positivas para nuestro bienestar.

  Ante toda esta situación mi llamado está dirigido a que cuidemos muy bien la educación que se le imparte a la nueva generación. Sé que existimos muchas personas que crecimos con valores éticos y, gracias a estas enseñanzas estamos facultados para transmitir todas esas cosas positivas con las que crecimos y nos permitieron ser personas de bien así que, llegó el momento de rescatar todo lo bueno que en su momento era tan común ver en nuestra sociedad sin importar la edad que teníamos.

  No caigamos en el engaño de "Estamos en otros tiempos" porque, una buena educación jamás va a estar en destiempo y aquí lo importante es que evitemos vivir en un mundo donde a nuestros adultos le quieran prohibir estar en un lugar por el simple hecho de que supuestamente solo los jóvenes tienen derecho de disfrutar y convivir en un entorno específico.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron tomadas con mis teléfonos celular Tecno Spark Go 2024 y tienen exclusividad para esta publicación}