Con los años, nuestra filosofía de vida cambia, así como nuestras prioridades, y esos cambios son para mejor, en lo que respecta a la armonía que logramos consolidar con nosotros mismos. Perder tiempo en banalidades, cuando nos queda poco tiempo en el calendario para ser feliz, no vale la pena. Creo que a través de tu hijo con autismo, Dios te dio la oportunidad de demostrarte a ti misma cuánto amor eres capaz de dar, y estoy casi segura de que es desbordante. Fui feliz leyéndote.
Muchas gracias.
Feliz día