Otra dimensión. #sv-escritura

Carolina estaba encerrada en el balcón del apartamento, con las manos atadas con un pequeño cordel que sostenía la silla donde estaba y si forcejeaba para soltar sus manos, caería inevitablemente.

Imagen editada en canva pro

¿Alguna ves te has sentido parte de un sueño? Una especie de vida ilusoria donde todo parece ficticio e intangible. Como si las vivencias no fuesen más que fugases recuerdos de algo que alguien más ha programado qué vivas.

Esa mañana ella se levantó como cada día, con la misma rutina, con los mismos horarios, tomo el mismo desayuno habitual, pero al mirar por la ventana todo cambió. La escena la describió más tarde en su diario como las consecuencias de su borrachera nocturna del día antes.

Había una chica caminando y tenía un gato blanco con la colá negra, luego el gato volteo y me miró como si realmente sabía que yo lo veía, era hermoso y pensé, sería más sorprendente si fuese blanco por completo. ¡Y el gato cambió de color! Juraria qué la colá era negra y cambio ante mis ojos. Creo que debo tomarme un descanso.

Ese día antes de llegar al trabajo no dejaba de pensar en el gato blanco y justo al entrar a su oficina encontro un retrato de un gato blanco sobre el escritorio. Estaba sorprendida pero antes de decir algo, María la secretaria del Señor Luis (el Jefe de personal) le dijo: te traje un marco de foto nuevo para el retrato de tu mamá. Tiene la foto de un hermoso gato, si quieres puedes conservarla.

¿Coincidencia?

Al terminar su jornada pensó que todo había sido casualidad, creación de su mente, pues el día había transcurrido tranquilo y sin sorpresas. Fue al cafetin y cuando tomo el sobre de café instantáneo qué le gusta, este agregaba en su empaque la imagen de un gato blanco. Su cara palidecio, era una promoción, que le permitía ganar un pack de café y comida para gatos si salía el número de su etiqueta.

Llego a su casa un poco angustiada y en la entrada había un hombre extraño que la observó detenidamente por unos segundos, tenía un gato blanco en las manos y su mirada era intimidante. Corrió por las escaleras y se encerró en su casa. Al cerrar la puerta tras de si, sintió alivio ¿que esta pasando?

Se ducho, preparo un té y se relajo, al sentarse en el sofá de la sala suspiro como una forma de decirse, todo está bien, fue solo un día loco. Y antes de dormirse, sonó la puerta, se extraño pues no esperaba visitas y al abrir se asustó un poco, era el hombre de la puerta. ¿Quien es usted? ¿Qué hace aquí?

• Señorita Carolina, un placer conocerla disculpe mi irrupción a estas horas de la noche, no es mi intención molestarla ni causarle ningún mal, realmente la he esperado toda la tarde, pero no supe reconocerla cuando paso junto a mi, hace un par de horas.

• Insisto ¿quien es usted? ¿De donde me conoce?

• ¿Recientemente usted ha experimentado una serie de sucesos extraños, que involucra algún animal? ¿Un gato blanco por ejemplo?

• Si, ¿como sabe usted eso?

• Fui enviado precisamente para explicarle y mostrarle el porqué esta usted experimentando todas estas cosas con los gatos blancos. Pero no puedo hacerlo desde el pasillo del edificio, si me permite usted, podría entrar y tomar el té, mientras deciframos este dilema. Se que tiene miedo, pero si mis intenciones fueran otras ya le habría hecho daño, pues estamos solos y su puerta está abierta. Antes de que usted respire, podria obligarla a entrar, pero eso, no es para nada mi intención.

Ella con mucho temor lo dejo entrar, su intriga podía más que el miedo a estar sola con este desconocido. Tenía al gato blanco con el y el gato era hermoso.

Sus manos estaban llenas de aruños, su piel era envejecida a pesar de no parecer tan anciano, era una especie de hombre ermitaño, no generaba confianza, aun así, ella lo dejo entrar.

El hombre tomó asiento en el sofá, cruzó las piernas y comenzó muy relajadamente a explicarle algo sobre el universo.

• Sería una tontería humana pensar que en medio de un universo tan grande y bastó, lleno de variedad de objetos celestes, diversos tamaños, diversas formas, diversas composiciones, solo existe un planeta con vida, además, sería más absurdo pensar que este sería el único universo, pues el mismo universo nos muestra la diversidad de donde el mismo procede, através de su composición y estructura, ampliamente variada.

Carolina lo veía con cara de intriga y un poco de desprecio, le parecía una locura lo que hablaba y no sentía que algo de eso estuviese conectado con ella de alguna forma.

El hombre seguí hablando:

• Este universo al igual que el resto de universos existentes están estrechamente relacionados a través de una red diversa de dimensiones que interconectan la realidad y la hace coexistir como la conocemos. Para ello el mismo universo entendido de forma macro, se ha proveído de seres que ayudan desde sus vidas cotidianas a que las dimensiones permanezcan en equilibrio y orden. Éstos seres han sido proveídos desde sus mentes por una capacidad sobre humana para entrar y salir de las diversas dimensiones como si se tratase de puertas que recorren una casa, en donde existe un ser humano responsable qué limpia y cuida cada habitación, para darle valor a su propiedad.

Ella lo interrumpió ¿qué tiene que ver todo esto conmigo?

• Señorita Carolina ¿cuantos años cree usted que yo tengo?

• No lo se dijo ella. Supongo que más de 50 años.

• Mi nombre es Harrigan Nací hace 2331 años, era un ciudadano común de una dimensión alterna a esta, donde la historia y las fábulas qué usted conoce no se paren en nada. Y las pescadillas que a usted le han contado son más reales que este sillón donde estoy.

• Usted realmente es un desquiciado, fuera de mi casa, le grito Carolina y se levantó para tomar una escoba a modo de defensa.

• El hombre se puso de pie, cerca de la ventana diciendo: Hoy cuando usted miraba al gato ¿que fue lo que sucedió, lo recuerda?

• ¿como sabe usted eso? ¿Me está espiando? Grito Carolina.

En ese momento sucedió lo menos esperado para ella. El hombre que dijo llamarse Harrigan se convirtió en un gato blanco con la colá negra, frente a sus ojos. Carolina grito y corrió a la habitación, estaba en Shock, no sabía que estaba pasando. ¿Quien era ese hombre?

Pasaron varias horas hasta que decidió salir temblorosa de la habitación y él estaba allí, sentado en el sofá, con las piernas cruzadas y el gato en sus manos.

• Okey digamos que le creo todo lo que ha mencionando hoy, pero ¿qué tiene que ver conmigo, porque me cuenta esto a mi?

• Señorita Carolina, disculpe si la he asustado de verdad no fue mi intención, pero sabía que usted no creería nada sino tomo la decisión de mostrarme como soy.

• ¿Es usted un gato?

• En mi dimensión no existen seres como usted, todos somos lo que usted llama gatos, por supuesto hay otras criaturas, pero la mayoría son muy diferentes a las que usted conoce. Hace ya miles de años que fui seleccionado por el universo para trabajar como ayudante multidimencional, pero nunca había encontrado hasta hoy, otro ser como yo.

• ¿otro ser, como usted?

• Si señorita Carolina, usted tiene la capacidad de convertirse en un ser multidimencional, ayer cuando usted me observó mi colá cambió de color y eso solo pasa cuando me ve un ser multidimencional. Mi maestro, el señor Urguio es un ser parecido a lo que ustedes llaman caballos, el me enseñó todo lo que debía saber sobre este trabajo, cuando lo conocí el había tomado la forma de una hormiga de mi dimensión y al verme mi colá cambió de color. Hoy le ofresco mi servicio para ser su guía en medio de este nuevo camino.

Carolina no podía creerlo, pero tenía las pruebas frente a ella. Le dijo que debía pensar, el hombre salió de su casa y ella fue hasta su cama, sentía que estaba más agotada que nunca y cayó dormida profundamente.

Al despertar Carolina estaba encerrada en el balcón del apartamento, con las manos atadas con un pequeño cordel que sostenía la silla donde estaba y si forcejeaba para soltar sus manos, caería inevitablemente.

Intento no luchar, pero ante el mínimo esfuerzo por soltarse la cuerda se rompió, al caer pensó en todo lo que había vivido y justo antes de tocar el suelo sintió su cama y despertó. ¿Había sido un sueño todo aquello? ¿Harrigan era real?

Continuó con sus labores cotidianas, fue hasta la oficina, preparo comida, hizo deporte y al final del día concluyó qué realmente todo aquel día loco, fue una especie de sueño utópico qué había creado su imaginación.

Cuando fue a dormir esa noche, fue a revisar unos documentos del Señor Luis, miro la foto del gato blanco que había en el porta retrato que le obsequio Maria y se echó a reír. ¡qué aventura! dijo.

Justo antes de dormir lo dejo sobre la mesa de noche y antes de cerrar los ojos, la colá del gato se puso negra y le guiño el ojo, con una sonrisa de despedida.

¡Feliz Jueves amigos! 😸

• Mi inspiración, ángel mi gato.

Imagen propia tomada con mi huawei honor x8

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