¡Hola! Dios les bendiga

Es un placer contarles y compartir con ustedes parte de mis anécdotas acá en Colombia, y que mejor forma de hacerlo por medio de Steemit. Comparto mi punto de vista, mas respeto los ajenos.

Es tan diferente hablar y presumir, a vivir la realidad. Cuando estamos en Venezuela, deseamos salir a otros países a superarnos, ahorrar e incluso prepararnos para un futuro y los más importante o lo que nos mueve a tomar tal decisión es apoyar a los que dejamos para que puedan sobrevivir ante la situación que enfrentamos.

Algunos sacrificamos lo que hemos adquirido con tanto esfuerzo durante años, porque según trabajaremos duro para comprar algo mejor, dejamos todo, hasta nuestro tesoro más preciado, que es la familia. Es el sueño más preciado de todo inmigrante, sin saber, a ciencia cierta, a que nos vamos a enfrentar.


Para los que conocemos de Dios aceptamos lo que vivimos como un proceso, bien sea en obediencia o al contrario. Nos toca aceptarlo de la mejor manera, con mente y actitud positiva, agradeciendo en todo momento por lo que tenemos y lo que no.
En primer plano por darnos un día más de vida ,los que aún tenemos la oportunidad de poder seguir disfrutando de sus bendiciones.

Esto nos enseña una vez más a ser perseverantes, constantes, a valorar lo mucho y lo poco, que no debemos darnos por vencidos mientras estemos vivos, tenemos grandes sueños y con ellos las esperanzas,las ganas, el optimismo.

¿Fácil? Para nada,pero tampoco imposible . Nos enfrentamos a una realidad que nada tiene que ver con lo que nos dicen ,idealizamos o vemos en las redes. Acá la realidad es otra, yo me vine de mi país acompañando a una tía que pasaría las fiestas decembrinas con sus hijos y su hija (quien es mi prima) me dijo que me ayudaría a conseguir trabajo de manicurista, cosa que no fue fácil, acá si no te recomiendan, no trabajas, y pues me tocó trabajar por cuenta propia en el círculo de amistades de la prima, para ser primera vez allá, no estuvo mal, fue en tiempos de fiesta y si trabaje.


Para el mes de Enero fue muy difícil, con lo de la pandemia, restricciones y cierres, pues todo estaba fuerte. En febrero implemente la venta de tinto y aromática, al principio muy difícil, el tema de enfrentarme a tratar con público con diferentes culturas,personalidades, pero les cuento que fui constante y perseverante, me iba muy bien, pero mi compañero sentimental estaba en otro lado, debíamos reunirnos, fue difícil conseguir arriendo en Chía, pueblo cerca de Bogotá, con el dinero en mano me fue imposible por la política que manejan, debería tener finca raíz en este caso de acá del país que diera fe y que pusiera en garantía algún bien por si nosotros fallábamos en el pago o incurríamos al contrato.


Me decían que nada de extranjeros, si éramos venezolanos, menos, me daba nostalgia, sentimientos encontrados por el rechazo y menosprecio, sólo por ser venezolana, pero seguía insistiendo, sin embargo, fueron varios días tratando de conseguir y no lo logré, motivo por el cual decidí venirme al pueblo en el cual me encuentro hoy día, llamado Guadalajara de Buga.

Es un pueblo que pertenece a el departamento Valle de Cauca, a escasos 45 minutos de Cali, se caracteriza por ser turístico, acá está la Basílica del Señor de los Milagros. Su clima es cálido y su gente muy atenta, respetuosa, ríos, parques y montañas.

Estar acá no ha sido fácil, son otras culturas, muy diferentes a mi amado País, decir que me ha ido mal, no estaría bien, somos los dueños de nuestros deseos, pensamientos y son consecuencias de las decisiones tomadas, y ¿quién ha dicho que emigrar es fácil? Comenzar de cero, adaptarnos a otro estilo de vida, con personas ajenas a nuestro entorno. Pero, ¿saben algo? Son experiencias, aprendizajes y nuevos retos a los que nos enfrentamos. Debemos seguir adelante enfrentando los obstáculos con valentía,decisión y firmeza.

Aquí estoy con mi pareja, se llama Melvis Naranjo, hombre trabajador,humilde ,servicial,honesto y fiel a el Padre Celestial,somos un equipo bien consolidado,creamos ,inventamos,hacemos todo en unión,consultamos si le falta,si le sobra,cómo se ve mejor,si sabe bien,en fin tratamos de hacer un buen trabajo para que el cliente quede satisfecho.

El es como decimos en Venezuela, utilitis (sabe hacer de todo), pero no hace alarde de sus conocimientos y menos de sus méritos, trabajo que le ofrezcan no le dice que no, si no sabe o no entiende por cuestiones de que acá se trabaja diferente a Venezuela, simplemente dice que le expliquen y lo hace, para nosotros todo lo que sabemos es un reto aprenderlo y así lo hacemos. También trabajábamos con comida rápida los fines de semana, pero no hemos hecho más por falta de lo que se usa para ello.

No es un secreto que este País hermano está confrontando una delicada y difícil situación, primero el tema de la pandemia y hace un mes y algo más, para ser más exactos desde el 28 de Abril, están en paro por cuestiones de política que sólo ellos entienden y enfrentan ante lo que han vivido.

Esto provocó que bloquearan las vías, se sumaron los transportistas y dejó de llegar material de construcción, comida, gasolina, y más. La economía por el piso y el desempleo se incrementó muchísimo más. Así que ni modo no nos íbamos a quedar de brazos cruzados, comencé a realizar mis manualidades y a vender, pero no nos daba la base, así que decidimos implementar la venta de platanitos y papitas hechas en casa, logramos pagar arriendo, servicios y solventar algunas cuentas pendientes, la misión es no rendirnos.

Demostrar que si podemos,que todo está en la mentalidad,la capacidad,las ganas,la constancia que pongamos para realizar nuestros sueños, metas.

Debemos ser agradecidos con los países que nos abren sus puertas,respetarlos,no tratar de imponer muestras costumbres en la de ellos y ser amables, leales, honesto y emprendedores.

Emigrar no es para cobardes, sino para valientes, pero los que de verdad venimos a demostrar que no todos somos iguales, que no todos venimos a delinquir, ni a robar, menos matar, sentimos vergüenza ajena al escuchar hablar mal de un venezolano, pero así como nosotros hay muchos y no solo acá en Colombia, en todas partes del mundo que queremos hacer las cosas bien.

Gracias por su atención ,por leer este pedacito de historia que hoy quise compartir con ustedes, nos vemos pronto.

Dios les continúe bendiciendo.