Sv-Escritura || Cuando se quiere, se puede.

in Steem Venezuela12 days ago


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En un barrio humilde de la capital, dónde la pobreza y la escasez de recursos, siempre era el denominador común entre sus habitantes, así como también los sueños y las fantasías en la mente de los niños eran su principal herramienta de juegos, creció Ana. Ella fue una niña a quien la naturaleza había premiado con una gran inteligencia y una incesante voluntad por aprender y resaltar por encima de sus compañeros en la escuela. Fue criada por su madre, en una casa modesta casa junto a su hermano menor, donde compartían la misma habitación y la misma cama, ya que las circunstancias económicas nunca habían sido bondadosas con su pequeña familia, pero aun así su progenitora siempre se las arreglaba de una u otra manera, para alimentarlos y vestirlos, aunque en muchas oportunidades debió utilizar uniformes y zapatos usados para asistir a clases.

Ana, era dos años mayor que su hermano Antonio y siempre solía ayudar a su madre en las tareas de su hermano y en sus trabajos escolares. Acostumbraba a jugar con su hermanito a los doctores, puesto a qué desde un vez que fue al Hospital con su madre para una consulta médica, ese era el sueño de aquella niña, aunque su madre solía repetirle que ser médico era un sueño muy grande y una carrera costosa, para lo cual se requería de mucho dinero, pero un así esto nunca desmotivó a la pequeña Ana.

—¡Algun día sere médico mamá! —Era algo que siempre solía decir Ana a su mamá, cuando llegaba la hora de dormir.

—No es fácil hija, pero cuando se quiere se puede, por ahora solo preocúpate en estudiar y siempre obtener buenas notas mi niña. —Era una respuesta muy habitual por parte de la madre de Ana.

Los años transcurrieron y así pasó la época de primaria, secundaria y el bachillerato de Ana, quien nunca dejó de ser una excelente estudiante, que siempre se esforzó por destacar entre sus compañeros, pues aunque su familia siempre fue humilde y de bajos recursos, y sus amigos solían portar y exhibir mejores cosas que ella, nunca pudieron superarle en el índice académico, así como también en el desempeño y entusiasmo que ella siempre ponía de manifiesto en todas sus actividades.

Tras culminar el Bachillerato, Ana optó por cumplir su sueño y trato de ingresar a la universidad para prepararse, y cómo no su escasez de recursos no le permitía costear los gastos de la carrera, optó por una beca para estudiantes con esas condiciones, por lo que acudió a una entrevista de selección en la facultad de medicina, donde su solicitud sería estudiada.

—Estoy aquí para entregar mi solicitud para optar por la beca de estudios, ya que estudiar medicina siempre ha sido mi sueño. —dijo Ana, con determinación cuando ingresó a la entrevista en la facultad de medicina, el día que consignó la solicitud de la beca.

—Tu solicitud pasará por un riguroso proceso de selección. En caso de que sea aprobada, debes saber que la condición principal para no perderla es mantener un alto índice de calificaciones en todas tus materias. Esa regla es inquebrantable. —Esa fue la respuesta que consiguió Ana, luego de haberle recibido la carpeta con los requisitos para la solicitud de la beca el día en la que la presentó.

Ana, ese día se marchó a su hogar con una sonrisa en su rostro, puesto a qué sabía que las posibilidades de ser becada eran muy altas, siempre y cuando fuese considerado la excelentes calificaciones que había obtenido durante su etapa de bachillerato, lo cual al final incidió en la aprobación de la beca.

—Hija estás por iniciar las clases y la verdad es que no quiero preocuparte, ni hacerte perder el entusiasmo, pero todo se ha puesto muy difícil y necesito que me ayudes con la casa. —fue algo que su madre le dijo, cuando empezó a sentirse asfixiada por la situación económica que estaban viviendo desde ya no tenía un empleo fijo.

—Claro que si mama, siempre me has dicho que cuando se quiere, se puede. Haré lo que sea necesario. —contestó Ana a su madre, tratando de mitigar su preocupación.

—¡Ya verás que cuando sea médico, podré ayudar a muchas personas, inclusive a nosotros mismos! —agregó luego.

Apenas inició el semestre en la casa de estudios, Ana comenzó a estudiar con determinación y dedicación, haciendo malabares para siempre para salir bien en todas las evaluaciones, a pesar de que las noches solían ser interminables mientras ayudaba a su madre en la preparación y venta de comida rápida.

Muchos años después, Ana, vestida con su bata de médico, siempre contaba esto como anécdota, recordando todo el sacrificio y esfuerzo que hizo para llegar hasta el lugar donde estaba. Recordaba todas las noches de insomnio y también aquellas en las que no llevó ningún bocado a su boca, porque todas formaron parte de aquel camino, que la llevó a lograr el sueño que inició en su niñez y que alcanzó gracias a la determinación y constancia.


  • Imagen ilustrativa generada con Bing.com y editada con InCollage App.


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 11 days ago 

Hola amigo esta es una hermosa y excelente historia de crecimiento, por que la capacidad de hacer algo grande, bonito y determinante esta en nosotros y nuestra capacidad de no darnos por vencido.

Sin dudas Ana es un ejemplo de muchos que lo han intentado contra todo pronostico y logro cumplir un sueño muy difícil de lograr, incluso para aquello que tienen todo y fallan.

Hermosa historia que también nos enseña humildad al no olvidar nuestras raíces.

Saludos.

 10 days ago 

Gracias amigo. Saludos

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