Me llamaron la atención las siguientes frases:

Cuando empezó a perder, nos quedamos conmocionados, decepcionados, deprimidos, pero entendimos. Nadie es perfecto y sólo Dios puede dar el 100% de sus fuerzas, TODO EL TIEMPO.

No hay contador, lo que estaba pasando nunca lo hemos dejado. Él ya era una Leyenda de Su Generación. En este Wimbledon, Él entró con una forma elevada y aún así nos preparábamos para PERDONARLO Y ENTENDERLO SI PERDIERA MÁS QUE CELEBRAR CON ÉL SI GANA.

Pero, él ganó y nos hizo felices. NUESTRA ESPERANZA SIGUIÓ VIVIENDO COMO LO HIZO NUESTRO PROPIO HIJO.

Podemos apreciar la constancia, esfuerzo y dedicación de un joven quien haciendo a un lado su condición especial de salud logró alcanzar muchas metas importantes, no solo en su carrera deportiva sino también en su vida diaria, dándonos una lección de valor, de propósito, de coraje para fijarnos metas altas y comenzar a construirlas.
Gracias por compartir esta bella historia con nosotros. @tatjanastan