El Dalla Costa: Mi mejor recuerdo de Boconó
Hoy se cumplen 456 años de la fundación de Boconó, Edo. Trujillo, Venezuela. Es por ello que hoy hablaré de una de esas experiencias maravillosas que viví en mi pueblo: Mi liceo, el Dalla Costa.
Siendo una niña de padres separados y de moderado mal comportamiento, la vida nómada era la constante. En el año 92 me mudé a casa de mis tíos en Boconó a iniciar un nuevo año escolar, como había pasado en otras oportunidades. Eso de ser "La chama nueva del salón" nunca deja de ser duro, ni porque lo vivas muchas veces.
Este es el liceo Juan Bautista Dalla Costa. Acá estudié hace 27 años y aunque solo estuve un par de años, tuve la oportunidad de vivir cosas que cambiarían por completo mi manera de vivir y de ver a quienes me rodeaban, cosas que en mi ciudad natal, de hecho, no me pasaron:
- En los recesos colocaban Scorpions, Guns n Roses y Skid Row de fondo musical, cuyo sonido se extendía a todos los parlantes del liceo, aunque no lo crean. De hecho, uno podía llevar sus LP para que colocaran alguna pieza. Nada que envidiarle a cualquier prepa de serie gringa.
- Ya ser recién llegada de la capital era un acontecimiento. A eso le sumamos mi color de piel (bastante inusual para el pueblo en esa época), ortodoncia, un cabello en constante conflicto con el mundo exterior y un morral con parche de Iron Maiden. Gracias a todo esto, era conocida como "La china de Caracas" (China = Muchacha) y me miraban con cierto desdén. Ya después se acostumbraron y con algunos de ellos conservo una gran amistad hoy en día.
- Tuve que adaptarme a la jerga: Te tratan de tú, de tos y de usted, a veces en la misma frase.
- Para preguntar el apellido: "¿Cómo firma usted?".
- Para pedir un lápiz: "Páseme el lápiz-piedra". Si es bolígrafo: "Páseme el lápiz-tinta".
- El auditorio, la cancha y las gradas ligeramente manchadas con chimó, eran los sitios de encuentro por excelencia.
- Casi a diario nos sentábamos en el portón a esperar cualquier cosa: Novi@, heladero, panas "del Lomeli" (el otro liceo).
- Las protestas estudiantiles eran a muerte. Generalmente los "camisa beige" (esos que también huían de la recluta) eran los que estaban siempre al frente... Y los que iban detenidos o resultaban más golpeados.
- El olor a pino, en especial a primeras horas de la mañana, era embriagador.
- No era un liceo técnico. Sin embargo, vi mecánica en educación para el trabajo, y creo que fue de las cosas más útiles que pude ver.
- Nuestras clases de biología y educación para la salud eran acercamientos reales con la naturaleza y en el sitio: Peces, árboles y piedras reales (No en foto) formaban parte de nuestra observación frecuente.
- Teníamos profesores de todo tipo, pero todos con una manera diferente y entretenida de enseñar las cosas. No recuerdo ninguna materia aburrida.
- Este fue el lugar de divertidas conversaciones, travesuras de todo tipo, mi primer amor, grandes amistades.
Hoy que soy educadora, reconozco y honro este lugar, que no solo me ayudó a superar algunas fobias sociales, sino que me enseñó a respetar la diversidad, apreciar la creatividad y reconocer el trabajo docente. No tengo idea si hoy conserva la calidad de antaño, pero estoy segura que quienes egresamos de esa época ponemos en práctica de forma natural y con orgullo todo lo aprendido, académica y moralmente. Este fue mi liceo, el lugar donde viví lo mejor que un adolescente podría vivir y donde cualquier colega se puede inspirar.
Excelente mucho se podría decir de lo mal que está la situación actual, pero una buena actitud es primordial para sobrellevar con alegría cualquier dificultad, tienes nuestro voto y compartimos tu post, ver a un docente que se mantenga con constancia es algo de administración en nuestra Venezuela actual. Éxitos y bendiciones
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Muchas gracias!!! Aún tengo fe, por ello me gusta compartir mi visión, porque las crisis siempre deben tomarse como una oportunidad de crecimiento. Un gran abrazo!!!!