Crónicas de una noche cualquiera
Resulta impresionante el saber cómo tu criterio va cambiando con el tiempo y con respecto a las experiencias vividas. Hoy se puede tener el ideal de la persona perfecta para uno y al transcurrir algún tiempo, ese ideal cambia de dirección debido a circunstancias, debido a que nuestra mentalidad es cambiante al igual que la sociedad; pero existen momentos extraordinarios en los cuales la mentalidad cambiante no predomina, en donde no tiene un protagonismo en nuestros criterios o nuestros ideales y eso es cuando en la situación se ve inmerso el amor.
Gracias a este gran sentimiento hoy puedo decir que mis ideales o criterios hacia ti no han cambiado, no se han desvirtuado ni mucho menos desvalorados y que al contrario han aumentado en demasía sin salirse de un rumbo fijo.
Y si no me crees te invito a pasearnos por el pasado a través de estas palabras.
Aun lo recuerdo y me resulta imposible no emocionarme al pensar en ese gran momento. Estabas tan hermosa con el reflejo del sol en tus hermosos ojos, sentada con algo de nerviosismo (imagino) debido a que era tu primer día en un nuevo lugar pero te aseguro que tu nerviosismo era nada comparado con el mío cuando te vi. Era una mezcla de emociones que en ese momento no lograba explicar y que aun transcurrido el tiempo no logro explicar lo que se sintió verte por primera vez.
Parecías tan angelical y tierna al mismo tiempo. Tu rostro reflejaba belleza, delicadeza e inocencia. Me resultaba un gran espectáculo verte en ese entonces. Tus labios rosados y un poco carnosos que al curvarse dejaban ver un gran brillo como lo es tu sonrisa. Tus ojos redondos caídos de un color avellana que iluminaban el lugar y que envolvían a las personas al observarlos. Tu cabello oscuro que hacía que tu cara resaltara de una manera impresionante. Tus hermosas mejillas con hoyuelos un poco rojizas. Toda tu resultaba algo inevitable de ver y de admirar. Me encontraba como un gran artista que observa un arte único y maravilloso en todos los aspectos.
Que bendición fue verte por primera vez ese día, Debió haber un ángel con una sonrisa en tu cara.
Ese día no me atreví a hablarte, solo quise conformarme con observarte. Y así fue que con tan solo una mirada pude subir al cielo por un momento, así fue como inicio un gran sentimiento.
Luego de tanto observar tome el valor suficiente para hablarte... y que sorpresa la mía al escuchar una voz tan llena de dulzura y delicadeza. Recuerdo que al escucharte decir tu nombre no pude evitar sonreír, era todo lo que había imaginado, Todo ángel debe tener un hermoso nombre. Ya debes de imaginar el porque te llamaba así.
Mis intenciones hacia ti eran solo una, y era estar contigo tratando de hacerte feliz en todos los aspectos, pero a veces las cosas no se dan como quisiéramos, a veces se dan mejor de lo que esperamos.
Por situaciones adversas a mis sentimientos me toco ser tu amigo, tu mejor amigo y resulto ser un mejor plan debido a que así pude conocerte con mayor profundidad, pude conocer a una niña artística e inteligente, encantadora y decente.
Sé que por medio de la amistad no tendrías miedo o no te cohibirías de mostrarte tal y como eres. Que placer fue conocer todas tus facetas… Desde aquella niña inocente y divertida hasta la mujer segura y amorosa que eres ahora.
Como tu mejor amigo me toco ser tu pañuelo de lágrimas, que difícil era verte sufrir por otras personas sabiendo la cantidad de sentimientos que había dentro de mí por ti.
Pero a pesar de que intente ser tu mejor amigo seguía innato el mismo sentimiento… ese sentimiento que surgió cuando te vi.
Quería ser sincero contigo pero me hallaba ante dos situaciones… te decía la verdad y corría el riesgo de perderte o seguía fingiendo que simplemente quería una amistad y me convertía en cobarde por ocultar esos sentimientos.
Como recordaras… decidí sincerarme y te dije todo aquello que ocultaba.
Luego de esto decidí alejarme de ti, que difícil fue estar un gran tiempo sin ti. Que complejo fue ver pasar los días y no saber nada de ti, que difícil fue despertar sin una palabra tuya o una llamada. Que difícil fue recordarte cada fin de año o fecha de cumpleaños y no poder escribirte.
Pero a pesar de todo este tiempo a solas los sentimientos no cambiaban, se fortalecían.
Y ahí fue que sumergido en la soledad pude entender que de esto se trata el amor, el verdadero amor.
Cuando de verdad se ama a alguien la rutina cambiante de la sociedad no tiene cavidad, ese sentimiento no se ve incluido en cambios, sino que prevalece así no sea correspondido. Y así fue que gracias a esta reflexión decidí buscarte, decidí de nuevo saber de ti, decidí dejar de soñarte a mi lado. Decidí tenerte en mi vida de nuevo.
Luego de haberte buscado me toco encontrarte, que placer fue ver que aun en síntesis estaba aquella misma niña a la que había visto la primera vez en aquel lugar concurrido de personas, que emoción fue escuchar esa dulce voz de nuevo.
Al momento de tenerte frente a mí no quería decir nada, no quería arruinar ese momento.
Pero teníamos que sincerarnos y así lo hicimos…
Y aquí termina el pequeño paseo. Así es como te digo que la mentalidad cambiante de la sociedad no ha tenido cavidad en mis sentimientos por ti, hoy llevo poco más de 8 años de haberte conocido y el sentimiento sigue igual de fuerte como cuando surgió aquella primera vez que te vi.