Desmoronado

in #notetoselflast year

Hoy no tenía tantas ganas de hacer las cosas, la verdad quisiera estar acostado en la cama sin hacer nada. En parte creo que es porque mi cuerpo quiere descansar después de hacer ejercicio, pero la mayor parte de todo esto es por el trabajo emocional que he estado haciendo en los últimos días.


Pixabay

Y sabes que me di cuenta que me cuesta más hacer las cosas cuando siento que nada de lo que hago funciona y que no voy a lograr hacer lo que quiero. Y es ahí cuando me entra la desesperación y se me va toda la esperanza, la felicidad, la confianza.

Y claro es ahí cuando quiero distraerme más que nunca y ahí entran las redes sociales y los videos de animalitos y personas siendo felices y amándose. Ja, y creo que a la final eso hace que sienta aún más desilusión, desesperanza, y que se me rompa más el corazón, cierto.

Porque a la final estoy viendo a otros tener lo que yo quisiera tener, y vivir lo que quisiera vivir. Antes pensaba que me daban un poco de energía para seguir adelante, que ese subidón de felicidad me ayudaba. Pero ahora creo que capaz no me ayuda tanto como yo pensaba.

Y me acabo de dar cuenta que es justo ahorita que necesito estar ahí para mí. Necesito dejar que esa parte de mí se sienta triste, llore, grite, tenga miedo, dudas, maldiga al mundo y a mi bendita suerte. Porque esa parte de mi necesita sentirse sostenida, soportada, abrazada, amada, cuidada por alguien.

En parte es un poco raro y difícil hacer este tipo de cosas, porque a la final soy yo mismo quien quiere que lo sujeten cuando me estoy desmoronando. Entonces a la final soy yo mismo sujetándome mientras me desmorono. Soy un desmoronamiento sujetado, LOL.