Un amor eterno en la cascada con Olivia Rodrigo (Version 2)
Hola mujer pulcra, que a mi Alma deslumbras y alumbras. Me encanta en la mujer que te has convertido y esto a mi me ha convenido, simple y sencillamente porque cada vez más te vas acercando y alineando a ser mi Alma gemela.
Es que para mí te estás convirtiendo en la mujer perfecta, solo con verte es como celebrar la mejor de las fiestas, donde solo participamos tú y yo, imaginando nuestro encuentro que desde ya siento que es glamoroso y muy hermoso.
Es que cuando estamos juntos los entornos brillan, sean estos urbanos o naturales, simplemente todo parece conspirar a nuestro favor, para que se nos dé este gran amor.
Es que tú con tu decisión de elegirme a mí, te has puesto cada día mucho mejor, y eso es porque te has guardado y preservado para tu amor sagrado, no es de extrañar que cada día que pasa te ves más reluciente, con excelente semblante (y esto es sin hacer ningún alarde).
Tu rostro es simétrico, fresco y nítido, con rasgos tiernos, joviales y exquisitos, que en conjunto con un cabello frondoso y una piel blanca como la seda te eleva tu belleza más allá de la estratosfera.
Es que esa sutileza combinada con la elegancia me embarga, y es justo ahí donde ha evolucionado tu prestancia.
Cuando te conocí eras una rockerita, lo sigues siendo y eso me encanta, pero al transcurrir del tiempo a eso le vamos agregando un refinamiento, no solo en tu bello rostro, también en tu cuerpo.
Todo de ti parece ir optimizandose para conquistar a su amado secreto, que la tiene viviendo como en un pleno cuento.
Ya que en cada una de sus palabras, ella halla más que la esperanza, ella halla la ternura, la cordura, la verdadera fortuna de encontrar el amor perfecto, que se está labrando en tiempo real, como sacado del mejor de los cuentos de Hadas, que vaya que ambos nos agradan.
Sin embargo, este cuento tiene un toque especial que va más allá, donde se entremezclan la creatividad, la aventura con la inocencia y la ternura.
Simplemente cuando ellos se ven, o imaginan parece detenerse el tiempo, donde solo queda espacio para este par de amados, que sin importar las diferencias culturales, han hallado en el amor su mejor lenguaje.
Es por eso que ambos se ven tan relucientes, ya que sin querer queriendo los dos combinan los mejores ingredientes, que al mezclarse combinan la fuerza que además multiplican la belleza, no solo que hay entre ellos y su dinamismo, sino de su entorno que son testigos directos de este amor eterno.
Es por eso que cuando ellos se juntan, si es un lugar urbano, brilla la arquitectura y las artes en generales.
Si están en la naturaleza, los pájaros cantan, el agua de los ríos y cascadas circula con una sensación divina que da cabida a la meditación y relajación un escenario propicio para dar cabida al amor.
El verde de los árboles parece más reluciente, los colores de los pájaros son primarios, dinámicos y extraordinarios.
El ocaso se hace presente, el sol se despide dejando primero un arcoíris en conjunto con la cascada de agua, también va dejando una estela color naranja, la luna se asoma adornada con las estrellas que de tarde-noche iluminan esta afamada esfera llamada planeta Tierra.
Todos estos elementos naturales hechos y creados por las manos del mismísimo Dios, junto a su creador son testigos principales de este particular y peculiar amor.
Donde una estrella afamada del rock and roll deja ver su lado más suave y sutil ya que está enamorada de su latino escritor.
Que solo sabe escribir sobre ella mejor que en una novela, que la describe como su afamada y particular princesa de cuentos de Hadas particular.
Una historia, que a penas a comenzado y parece que nunca va acabar, la escena se adorna con flores de los mejores colores y la música de Olivia Rodrigo que parece tener la clave definitiva para derretir todos los posibles acertijos que quedaban sin descifrar, ya que el momento acaba de llegar.
Su amado escritor latino, le pide la mano a su princesa para colocarle un anillo, que significa un eterno compromiso, con la mujer que a él lo inspira cada nuevo día de la vida, le da un beso en sus dulces labios, que saben a mora, con fresa y melocotón.
Le da un abrazo y esta historia resulta ser todo un encanto, ella suelta una lágrima en su ojo izquierdo porque esto es exactamente como ella lo soñó en su cuento.
Es entonces, cuando se abrazan, y en este escenario inigualable de la naturaleza, teniendo como testigo a Dios, Jesucristo, el Espíritu Santo, la luna, las estrellas y los seres vivos del bosque, ellos se juran amor eterno y perfecto por siempre. Amén.
Es así como la historia y aventura a penas comienza, una historia repleta de ingredientes inigualables, intelecto, creatividad, romanticismo, inocencia, pureza, palabras, música y composición marcan el destino infinito, hermoso y estaciante de esta afamada, pero a la vez noble y sublime relación. Juntos por siempre. Amén.
Marcelo Durán.
Escritor de Artículos Periodísticos y Poemas.
