El Músico

in #poesia7 years ago

Se acercó al estéreo

Puso una canción que jamás había escuchado

Lenta, nada en comparación al paso de nuestros corazones en aquel momento

Pero de alguna manera

Le iba bien a la atmósfera

Vino a mi

Con la calma de quien se levanta tarde un domingo

En ese momento

¿Quien podría decir que día era?

¿O distinguir el color de las paredes?

Bajo la influencia de aquella canción

Cuyo nombre se ha perdido en mi memoria

Incluso parecía dudar del piso bajo mis pies

Con aquellas manos, pequeñas, pero viriles

Tomó mi cintura

Y aquellos dedos diestros me tocaron

Rozaban mi espalda como quien acaricia una guitarra nueva

O tal vez un piano muy viejo, buscando tantear su historia

Al ritmo de aquellas cuerdas

Me tomó

Las percusiones eran nuestros cuerpos

Primero él, luego yo, luego él, luego yo

La pared era nuestro pentagrama, la sala, nuestro orfeón

Mis manos de pianista, lo encontraron en la oscuridad

Pues si bien era medio día

La buena música se escucha con los ojos cerrados

Dos lenguas, dos violines con un trino diabólico

No hubo nota alta a la que mis piernas no llegasen al ascender

Ni hubo coro angelical que se comparase

A las armonías que me sacó a suspiros

Si había un diminuendo, sus manos bajaban

Y volvían, firmes, con el crescendo

No había bajo más potente

Que la vibración de su aliento sobre mi piel

Que resonaba, como una caja a la que se le da fuerte con la mano

Por aquellos nueve minutos, treinta y cinco segundos

El no me tocó a mi, tocó sobre mi, en mi, para mi

Fui su instrumento, su público, su dueto

Fuimos música.