El regreso.
He regresado amadas letras, amados pensamientos ambiguos, amada claridad.
He vuelto.
Y no regresé por puro interés, regresé porque entendí que los cambios de la vida a veces no son los correctos y te hacen volver a costumbres que siempre fueron hechas para uno mismo, para vivirlas y disfrutarlas.
Regresé y no fue por sólo interés, he vuelto por mí, por una de mis verdaderas pasiones, porque entendí que irme y alejarme no fue lo correcto.
Volví y lo acepté.
Por más que me distraje de muchas maneras, por más olvidadiza que fuera, por más indiferente que fui o aparenté ser, siempre pensé en ustedes, en lo bueno que es el desahogo, en la tinta y el papel, en la inspiración y en el viaje que he realizado de esquina a esquina en cada párrafo escrito.
He vuelto y lo acepté.
Desmintiendo alguna pizca de orgullo y pensamientos arrogantes.
Acepto, volví y siempre regreso a este don que me ha dado la vida.
(Eva. K. Blanco Rangel, 1 de Julio de 2015: En honor a mi primer escrito realizado un 1ero de Julio de algún año vivido).