Hay algunos pensamientos que tengo atragantados en el cuello de un tiempo a ésta parte.

En mi inocente manera de ver la vida, nunca imaginé sentirme tan amenazada con temas tan hostigantes como el que a continuación les quiero contar a modo de desahogo.

Eso me hace pertenecer a un muy selecto grupo de personas entresacadas del mundo, con una doctrina radical y que cada vez se hace más complejo adaptarnos a un ecosistema plagado de progresismo con una fuerte agenda LGTBIQ++ destructora.

En las escuelas de la Provincia de Buenos Aires, se impone abruptamente dicha agenda y obligan a los chicos a adoptar la ideología de géneros llamándolos tiernamente como "estereotipos".
No se imaginan el problemón que esto ha traído en torno a la situación, he pecado de clasista, de religiosa, de rebelde por pensar distinto; todo esto a la luz del cómo lo ve el mundo, pues al parecer para los profesores y para el 99.99% de los padres, yo soy la que está errada y no tengo la razón.

Se nos ha impuesto que los chicos deben disfrazarse del género contrario al que nacieron e interpretarlo de forma actoral y musical; y han retorcido cuentos clásicos como por ejemplo: Risitos de oro y La Bella y la Bestia; renombrándolos como: "Risitos de oso" y "La Bestia y la BESTIA".

Al negarme rotundamente de que mis hijos participen en semejante desparpajo, obviamente recibí todas las críticas, acusaciones y cuestionamientos por exponer mis convicciones éticas y morales respecto al tema de la agenda 2030 que pretende instaurar la ideología de género LGTBIQ quienes pregonan la existencia de un número ilimitado de género al cual el ser humano debe auto percibirse para ser feliz.

Imagínense por un momento los cuestionamientos que recibí de parte de los padres y los profesores retorcidos. Les hablé desde mi punto de vista teológico, defendiendo la fe de mi familia, lo que nosotros creemos a la luz de la Escritura; cité textos como por ejemplo: maldito el hombre que se echa con hombre; hablé acerca de la depravación del ser humano por conductas sexuales ilícitas lejos del diseño original de Dios; de los riesgos intrínsecos que acarrean consigo la promiscuidad trayendo irremediablemente enfermedades de transmisión sexual como el sida, VIH, la sífilis, gonorrea, entre otras; de las cuales personas que conozco de primera mano han perdido la vida como consecuencia de contraer enfermedades de transmisión sexual.

En fin, la última pregunta que me tocó responder de ése mi público acosador fue:
¿Si alguno de tus hijos llegase a tener preferencias sexuales por otro hombre, qué le vas a hacer?

____ Yo les dije sin titubear: le llevaré de inmediato a un psiquiatra, ya que considero que cualquier desviación sexual es una enfermedad de la psiquis que hay que tratar prontamente y sin vacilar.

Me tildaron de loca extremista, religiosa y cuantas cosas más habrán pasado por la mente perversa de un mundo que vaga perdido sin Dios en sus vidas.

Resultado final de ése mi primer encuentro con la realidad de la educación pública en Argentina y de seguro que en muchos países que llevan a cabo dicha agenda: Mis hijos no participarán hoy en el acto de la escuela en donde se presentaran dichos actos pseudo artísticos que abanderan la agenda LGTBIQ y la escuela ha perdido a los mejores estudiantes que han transitado por dicha institución.

Cual Sodoma y Gomorra, nuestro mundo cada vez es mas fiero, más peligroso y terrible. Deseo que Cristo venga pronto, nada más deseo en esta vida transitoria.
Quiero mudarme a una ciudad en donde yo pueda elegir el colegio en donde estudiaran mis hijos, eso quisiera; con un programa integral de educación en donde Dios sea lo más importante y no éstas tendencias corrompidas que llevan a nuestras sociedades al desastre y caos total.

Al que se atrevió a leerme, muchas gracias por llegar hasta aquí!

@graceleon