Y hoy... ¿Qué comeremos?/ La Porción del día.
El pueblo de Israel, cuando estuvo en el desierto, a su salida de Egipto, fue probado en muchas áreas donde la mano poderosa de Dios se mostró a su favor de una manera gloriosa y sobrenatural. Rodeados de imposibilidades, Dios se revelaba y suplía para abastecer cada una de éstas necesidades.
El libro de Éxodo capítulo 15:22 relata que el pueblo de Israel partió del Mar Rojo al desierto de Shur y anduvieron tres días sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas. Entonces el pueblo murmuró contra Moisés porque tenían mucha sed.
Vemos en el versículo 25 que Moisés clamó a Jehová y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron y pudo el pueblo satisfacer su necesidad a causa de lo que Dios por mano de Moisés hizo en ese lugar.
Muchas veces entramos en desesperación cuando no tenemos a la mano los recursos que nos permitan saciar ésas necesidades. El desierto representaba el escenario perfecto para que la providencia de Dios se manifestara día a día y sólo depender de Él era la mejor salida.
No sólo tuvieron que lidiar con la falta de agua, sino la falta de alimentos. ¿Qué mercado se encontraría en el desierto para comprar comida?
Narra la historia que los hijos de Israel se quejaban y recordaban su tiempo en Egipto cuando se sentaban con las ollas de carne a comer, cuando comían pan hasta no querer, pensando que en medio de la soledad y la dura sequedad del desierto morirían de hambre.
Nuevamente vemos cómo Dios habla a Moisés y le dice:
"He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no". Éxodo 16:4.
A pesar de las quejas y murmuraciones del pueblo de Israel, Dios se mantuvo fiel. En la mañana caía maná del cielo y en la tarde carne para que comieran (Éxodo 16:7). Diariamente Israel contemplaba como la provisión de Dios los sustentaba, a pesar de las circunstancias y el lugar donde se encontraban. Su Gloria era vista por todos.
Fuente
Fueron muchos los portentos de los que el pueblo de Israel fue testigo, la biblia declara en Deuteronomio capítulo 8:4 que sus vestidos nunca envejecieron y ni se les hincharon los pies en los 40 años que anduvieron por el desierto. ¡Qué sorprendente!
Contemplando resumidamente la historia, fijemónos ahora en las Palabras de Cristo en el Nuevo Testamento cuando enseña sobre el afán y la ansiedad, lo cual se relaciona con lo descrito.
Mateo capítulo 6:25-32
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Con qué vamos a vestirnos?” Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan.
Dios Habla Hoy. DHH
Una enseñanza muy clara donde somos exhortados a confiar en ese Padre Celestial, tan bueno y tan bondadoso que tenemos. Él conoce cada una de las cosas que nos hacen faltan y las añadirá, proveerá todo aquello que necesitemos, sólo debemos aprender a confiar, desarrollar una fe genuina que nos lleve a vivir cada día de una forma descansada no agobiada, dejándo a un lado el afán, parados sobre ésa promesa de que nuestro Padre cuidará de nosotros. No nos dejará, ni desamparará. Cuando nuestra fe alcanza ésa solidez vemos a Dios hacer las cosas que para nosotros eran imposibles de una manera fácil y sencilla. Él abre sus fuentes, ésas fuentes inagotables que suplen toda carencia, mueve recursos e instrumentos a nuestro favor donde solo nos queda agradecer su gran poder y amor por cada de uno de sus hijos.
Una publicación con un mensaje realmente hermoso. Dios padre está allí siempre presente y pendiente de que no nos falte nada, nos rodea y llena de abundancia en todos los sentidos.
Muchas gracias por compartir esta reflexión con nosotros.
Sí, muy ajustado al momento que vivimos, solo para recordar que hoy contamos con el mismo Dios y si El lo hizo con ellos, también lo hará con nosotros, solo debemos confiar. Saludos Liliana.