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Muchas veces nos sentimos cansados, sin ánimo para realizar las actividades diarias y nos preguntamos ¿Por qué tanto cansancio? ¡Cuidado! Podría tratarse de una disminución del número de glóbulos rojos en sangre, es decir, anemia.
La anemia puede ser causada por una alimentación baja en nutrientes pero recordemos que la anemia en realidad no es una enfermedad, es un síntoma y podría ser “peligrosa” cuando el origen va mas allá del alimentario y se trata de otro tipo de trastorno de salud como por ejemplo falta de vitamina B12, trastornos digestivos, aplasia medular u otra enfermedad, que exijan mayor atención.

Es importante conocer algunas manifestaciones de este padecimiento, he aquí una lista de los diez principales síntomas de la anemia:

1. Palidez.

La piel pálida es uno de los síntomas más frecuentes y que nota el entorno.

2. Cansancio.

El desgano, la fatiga al realizar actividad física, muchas ganas de dormir.

3. Taquicardia.

Se presentan palpitaciones que nada tienen que ver con cardiopatías.

4. Dificultades respiratorias.

En algunos casos los pacientes presentan disnea.

5. Vértigos.

Los vértigos o mareos pueden ser causados por muchos factores y uno de ellos es que el paciente padezca anemia.

6. Alteraciones menstruales.

La anemia puede alterar la menstruación e incluso causar amenorrea (ausencia de regla).

7. Diminución del apetito.

En casos más delicados se presenta la anorexia.

8. Dificultades visuales.

Que pueden ser confundidas con afecciones oftalmológicas cuando en realidad es un síntoma de anemia.

9. Dificultades para concentrarse.

Este síntoma por ejemplo lo puede detectar en aula un docente.

10. Dificultades de aprendizaje.

Derivada de la dificultad para concentrarse.

Alimentación.

Ya sea para prevenir o cuando ya existe la anemia es de gran importancia ingerir una alimentación balanceada, rica en hierro y proteínas. Algunos consejos a continuación:

Ingerir alimentos de origen animal:

Huevos, carne, leche y pescado; apotran proteínas, hierro y vitamina B12.
Comer frutas como la naranja, limón, kiwi, contienen vitamina C, ésta ayuda a la absorción del hierro.
Merendar frutos secos: maní, nueces, almendras; aportan hierro.
Las verduras y vegetales deben ingerirse diariamente, son ricas en acido fólico.
Los cereales combinados con legumbres deben estar presentes en una buena alimentación.

Recuerde algo muy importante:

La mejor manera de cuidar la salud es prevenir con una buena alimentación y consultar al médico ante la presencia de cualquier síntoma.