Vault 172, el refugio nunca construído [PahanCafa]
Le he dado la opotunidad a mi compañero Pablo para que comparta algunas de sus cosas por aquí. Así que, si ven la etiqueta [PahanCafa], ya saben que es de su autoría ;)
Dibujo por: Adriana Castañeda
Los disparos no cesaban desde la habitación 32 hacia los residentes que luchaban por pasar; y por lo que allí se luchaba, permanece solo quizá en algún recuerdo de alguna historia poco contada.
Vault-Tec no era especialmente conocido por salvar a cierta cantidad de pobladores. Sus experimentos sociales, tal y como lo habría llamado algún defensor de la causa, alguna vez, y con la corazonada de que debía tener un mínimo lazo con aquellos desalmados, había traspasado fronteras, con una lenta pero constante expansión.
No era de vital importancia tal cosa, pero traía ciertas dudas al caso que, habiéndose construido 122 refugios, existiera algún que otro rumor del refugio 172. Así, sin unos de más, ni otros de menos, el simple y aislado Vault 172, quién podría ser, de todas maneras, una historia más, como tantas otras.
Escuchado el caso en aquel remoto rancho, aún desolado por los estertores de la guerra, nuevamente entraba en una tarea que se había vuelto poco más que un hobbie: averiguar qué hay más allá de Vault-Tec, y la cara, aún oculta, del iceberg.
El señor Rottdam, cercano ya a una terca tercera edad, sería, probablemente, el bisnieto de alguna historia del refugio 172. O eso es lo que había podido conseguir.
Había pasado un par de meses, caminando de acá para allá, varios kilómetros a través de las sofocantes calles destruídas y de aquellos esqueletos que algún día fueron un árbol; y entre paso y paso, aún era difícil entender cómo el aire era todavía respirable.
La información que cayó de aquellos labios, en ese pequeño resto de casa, cercano al arrollo todavía contaminado, fue solo un poco más de lo mismo; pero la amable servidora vendría a darme un poco más de datos, con una importancia que sería vital para continuar con el proceso.
-Rottdam, ese era su nombre- me dijo, con aquellos ojos de melancolía y la voz apenas cuarteada, pero con un tono de certeza- Rottdam…sí…cómo olvidarlo. Era un hombre callado, y no se sabía mucho de él, así como todos los demás, en realidad; solo nos mantuvimos unos años, en comunidad, tratando de sobrevivir a duras penas, igual que desde el principio; aquí se nace casi en el abandono.
No sabría decir si todo lo que aprendí de aquel sujeto es que se parecía a tantos otros. Sin embargo, había en él algo especial: el único de aquella generación al que los rumores lo ligaban, de alguna manera, al refugio 172.
** Fin de la 1ra parte **
(Inspirado en un sueño sobre Fallout!) Si te ha gustado, puedes dejar tu opinión en los comentarios y así me animarás a continuar con la historia ;) un saludo!
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