Ama pero no necesites

in #spanish7 years ago (edited)

Cuando decidimos compartir nuestra vida con alguilen, sea como sea la condición de estas relaciones y como la sociedad prefiera llamarlo; estamos compartiendo tiempo, energía y emociones. Ya dejamos de pensar en nosotros mismos en primera instancia y redirigimos nuestra atención y energía a ese otro personaje que asumimos nos genera emociones diferentes, nos hace feliz y nos crea ese inconsciente sentido de pertenecía uno con el otro.

Lo ideal en todas las relaciones interpersonales es que toda interacción emocional sea recíproca o por lo menos este en la misma sintonía y aceptación de ambas partes. Por ejemplo, si decidimos estar con alguien más en calidad de pareja es porque fue una decisión en la que participan ambos personajes y en la que asumen formar parte uno de la vida del otro, sea por la razón que prefieras usar amor, felicidad, entendimiento, buena comunicación, química, necesidad.

Pero he ahí cuando creamos esa necesidad de formar uno parte de la vida del otro y hasta qué punto esto se vuelve un dilema personal.

Yo diría que existen dos factores importantes en este particular asunto y es la costumbre en las relaciones como condición humana y las expectativas involuntarias. En toda relación, con el paso del tiempo y mientras mas experiencias compartidas tengamos nos acostumbramos y llegamos a crear cierta rutina o patrón con el que nos sentimos cómodos y seguros de parte y parte, siempre y cuando esta interacción se mantenga reciproca y estable, creamos ese falso espejismo de pertenencia en el que asumimos que si la energía suministrada desde la otra parte es siempre constante estamos seguros, estamos bien, esta funcionando y desde un modo un tanto egoísta cada vez queremos mas y mas de esa energía hasta convertimos finalmente en el principal receptor de las atenciones del otro convirtiéndonos inconscientemente en poseedores.

Pero que pasa cuando no sucede de esta forma y la manera en la que esperamos que resulte nuestra relación no es según lo esperado, es allí cuando aparecen lo que yo diría son las expectativas involuntarias, muy molestas si les damos espacio en nuestra mente, es el hecho de esperar algo a cambio de nuestras acciones, esperar que la otra persona actué como nosotros quisiéramos y según esto asumir que todo esta "bien", cada vez son mas y mas grandes nuestras expectativas y exigencias para con nuestras relaciones, cada vez esperamos mas y entregamos menos y con esto nos sentimos seguros.

Lo cierto es que nos cuesta entender que esa seguridad y esa estabilidad proviene de nosotros mismos, de nuestra autoestima y somos nosotros quienes debemos trabajarla. Nos cuesta entender que por mas que estemos alineados, seamos compatibles o el vinculo familiar sea muy grande, ese otro personaje es muy diferente a nosotros en personalidad, mentalidad y sentimientos, que por cualquier relación que nos una a esa persona no nos perece, solo esta cumpliendo una función en nuestro presente, nos acompaña, nos enseña, nos presta otro modo de ver las cosas, simplemente es otro a nuestro lado. La verdad nos cuenta entenderlo cuando seguimos esperando y cualquier cambio afecta nuestras actitudes y emociones, nos molesta y nos desestabiliza creando conflictos en los que no somos pacientes para entender que hay otra manera de verlo mas allá de nuestras propias necesidades.

Si bien es cierto que debemos evitar esperar algo a cambio, también es cierto que no podemos asumir y dar todo por hecho, cerrarnos a la posibilidad de saber que pasa, que piensa y como actúa ese otro. Es vital comunicarnos, abrirnos y expresarnos sea cuales sean nuestras inquietudes así estas generen discusiones y desacuerdos. Después de todo arranque de estacionalidad en el que nos sentimos afectados, decepcionados e incómodos lo importante es manifestarlo y tratar de llegar a un acuerdo.

Lo cierto es que debemos buscar que nuestras relaciones fluyan de manera armónica y consciente, en las que no busquemos poseernos entre si por costumbre, en las que no esperemos siempre que se actué de una forma especifica, no es conformarnos, si no que nos aceptemos los unos a los otros y que aceptemos genuina y des interesadamente eso que tengamos para darnos, que trabajemos en uno mismo siempre y en lo que podamos aportar como seres humanos.