Bullying: el enemigo de los niños –TESTIMONIO REAL
Hola, amigos de Steemit. (¿Notaron que esta vez no fui más de “hey, ¡hola, amiguitos!”?).
La verdad es que seguro están leyendo esto por el título, y por el incesante tema que se ha estado debatiendo por todo el mundo desde hace algunos años. Yo, en lo personal, vengo a hablarles del Bullying escolar porque traigo un testimonio real, de mi hermano menor (14). Y definitivamente mis ánimos no están del todo por las nubes. Sin embargo, me armé de valor y pedí su permiso para hablarles de ello, con el fin de poder ayudar a cualquier otra persona, sin importar la edad que tenga.
Empezaré por el comienzo
Hace tres días, el miércoles, llamé a mi hermano mayor (34) para pedirle un favor. Él se encontraba en el colegio de mi hermano menor y no podía ayudarme. Automáticamente noté la hora en el reloj y no entendía las razones por las cuales mi hermano estaría en ese lugar, así que opté por esperar media hora y volver a llamar.
Su respuesta a mi pregunta, fue así de aterradora: No puedo hablar, Ali, estoy en la clínica con tu hermano porque le partieron la nariz en dos
Y me cortó. Creo que está de más decir que el corazón se me subió a la garganta porque mi hermano menor es muy pacífico, no se mete con nadie y generalmente ayuda a todos.
Al rato de esto me mandó fotos y el alma se fue a los pies en un segundo. Mi hermanito estaba ensangrentado totalmente, con su ojo derecho cerrado por la hinchazón y la nariz completamente rota. Fue impactante ver una foto así. Quizás podrán estar pensando que soy una exagerada, pero vivir es entenderlo y ojalá jamás hayan pasado, ni pasen, por algo así, porque es angustiante.
El tabique se lo fracturaron en dos partes, su ojo no podía abrirlo y estaba privado del llanto. Fue lo más triste que pude ver ayer.
Pero, me estoy desviando… ¿qué fue lo que pasó?
Mis hermanos no viven conmigo. Yo vivo con mi mamá en una parte de la ciudad, mi hermano mayor vive con su familia relativamente cerca de mí, y mi hermano menor vive con su mamá y nuestro papá en la otra punta de esta ciudad. Por cuestiones de transporte y de falta de tiempo, mi hermanito estudia en un liceo público.
Haré un alto en este punto para aclarar que no tengo nada en contra de los liceos públicos, ya que en su momento eran buenos, pero todas aquellas personas que viven en Venezuela entenderán mi angustia al hablar de un colegio público, en donde se consiguen un montón de personalidades y costumbres combinadas.
Bien, lamentablemente en este liceo público existen jóvenes adolescentes (porque ya no son niños) que son altaneros y egoístas. Y si bien no creo que mi hermanito sea todo un ángel, en realidad me consta que no se mete con nadie, y me baso en lo que sus profesores, directores y compañeros de clases me han dicho.
El testimonio de mi hermano menor fue el siguiente:
Yo estaba en mi salón, como siempre porque no salgo de él, y de repente entraron –adolescente 1- y –adolescente 2-, directamente a buscarme. Ya tenían un mes molestándome y en ese momento estaba molesto por una tarea y cuando uno de ellos me golpeó en el cuello, le quité la mano. Entonces comenzó a golpearme
Lo detuve en ese momento del relato porque me llamó la atención la parte en la que tenían un mes molestándolo y tuve que darle una charla sobre esto, ya que el silencio no genera ninguna ayuda en estos casos. Le dejé continuar luego de que asintiera a todo lo que dije.
Yo tenía mis manos juntas frente a mi rostro, soportando los golpes del cuerpo, cuando –adolescente 2- me separó los brazos, y el puño de –adolescente 1- llegó a mi cara. No sentí nada. Fue como en las películas cuando existen sonidos fuertes y de repente todo queda en silencio y los protagonistas ven todo negro. Así me sentí. No sentía dolor, no entendía que había pasado y lo último que recordaba cuando abrí los ojos fue el anillo en el puño que me golpeó. Supe que estaba sangrando porque mis amigos me lo dijeron y mi camisa estaba toda roja
El hecho de imaginar el relato al leerlo no le hace honor a lo que fue escucharlo.
El relato de mi hermano mayor
Cuando mi hermano llegó al lugar, porque fue a él a quien llamaron primero, se encontró con el rostro de mi hermanito en el ambulatorio (un centro hospitalario de pequeño tamaño y con muchas necesidades clínicas en este país) ya que este sitio quedaba relativamente cerca del colegio y mi hermano menor necesitaba a un médico. Me cuenta mi hermano que ver la escena le nubló la mente por completo, y luego de escuchar la versión de la directora del colegio y de la maestra, se fue directo al colegio a resolver el asunto.
Ambos adolescentes (1 y 2) eran mayores que mi hermano. Estaban en un año mayor, pero tenían 16 y 17 años, respectivamente. Mi hermano mayor los encaró en la dirección del plantel, y a pesar de que tenía muchas ganas de gritarles y de responder ante sus golpes, al tratarse de menores de edad no podía hacerse cargo, y definitivamente esa no es la verdadera solución.
Lo que pasó con estos jóvenes me lo reservo, así como sus nombres, los de mis hermanos y las fotos. Ya que a pesar de que mi hermano me permitió contarles su historia, estaba tan aterrado que no quería más problemas. Respeté su decisión, totalmente.
Mi hermano mayor se encontró con la cara ensangrentada de mi hermanito, pero según sus palabras lo que más le rompió el corazón, fue su llanto.
A mi hermano tuvieron que operarlo
El golpe fue tan grave, que el jueves requirió de una operación de urgencia porque no podía respirar. Su tabique estaba partido en dos y uno de esos trozos estaba obstruyendo su respiración. Esto podía generarle una mala oxigenación en el cerebro y podía comenzar algunos ataques de epilepsia en el futuro, si no se intervenía quirúrgicamente.
¿Es así de malo el Bullying?
No estoy haciendo este post para dar lástima, ni para ganar seguidores, ni para obtener ganancias a través de lo que pasó estos últimos días en mi familia, sino porque en serio considero que esto pasa demasiado a menudo en todos los colegios y una historia más es capaz de ayudar a más de uno.
Por otro lado, me parece impactante el poder de unas palabras y de un golpe, y es que no es sólo el golpe físico lo que realmente preocupa, sino el daño psicológico y emocional que se va creando en la persona que sufre el Bullying.
Me resulta poco necesario definir lo que es el Bullying, sobretodo el escolar, que es del cual estoy hablando a lo largo de este post, pero sí considero importante empezar a fomentar conciencia en lo que esto se trata.
Contar tu historia es un gran paso, buscar ayuda es otro. ¡QUE NINGUNA PERSONA SE QUEDE EN SILENCIO!
El bullying no ataca tan sólo a niños o adolescentes, sino también a adultos, y es una de las principales causas de suicidio A NIVEL MUNDIAL.
Si crees que alguien pueda estar pasando por una situación así, habla con él, foméntale seguridad, apóyale. Las personas que sufren de bullying, a cualquier edad, son capaces de mostrar una serie de signos. El error de la madre de mi hermanito, y de mi papá, fue no notarlos y yo quiero compartir con ustedes los que conozco y he podido observar en otras personas:
- Se vuelven silenciosos.
- Se retraen.
- Ya no quieren salir de sus hogares.
- Comienzan a bajar sus notas / dejan de hacer bien su trabajo.
- Evitan relaciones sociales de cualquier tipo.
- Cambian de apariencia o de estilo.
- Comienzan a volverse irritables.
- Dejan de comer / comen en exceso.
- Tienen pesadillas.
Estos signos pueden ser visibles para el círculo cercano y común de la persona que los está padeciendo.
NO LO OLVIDES…
Tú puedes ayudar a una persona: el bullying es capaz de fomentar depresión y baja autoestima, y esto a su vez da paso al suicidio. No dejes de ayudar, podrías salvar una vida o ayudar a una persona a salir de ese círculo vicioso.
¡DILE NO AL BULLYING!