Saludos, amigos de Steemit. La situación económica de Venezuela se agrava. Los habitantes la sufren directamente en la hiper inflación galopante que desintegra los aumentos de sueldos constantemente implementados por Maduro, en un perverso mecanismo en el que, mientras más los aumenta, más suben los precios. Y para completar el cuadro, el régimen está ciertamente incapacitado para llevar adelante las medidas necesarias que puedan sanear la economía; entre estas, desmontar el prolongadísimo control de cambios, una de las causas del pandemonium que está exterminando a la la población, como acá se explica.

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El Pranato criminal chavista acaba de lanzar otro de sus zarpazos, a todas luces de ahogado: derogó la Ley de Ilícitos Cambiarios hecha a la carrera (2005) para tener la exclusividad de robarse los dólares del petróleo y seguir las órdenes de los Castro, después de establecer (2003) el control de cambio que aún, 15 años después, sigue vigente con los mismos objetivos iniciales: facilidad para saquear las divisas y control político.

Algunos compatriotas, llevados por su desesperación ante la salvaje suba de precios de hoy y algo de ingenuidad, quizás se sientan esperanzados y expectantes y crean ver en este un primer paso hacia el desmontaje del control de cambio. Cuidado: es esa solo una de las intenciones escondidas en la maniobra.

La más importante y obvia es la búsqueda de fuentes de financiamiento alternativas –ya el petróleo no les alcanza— para alimentar la insaciable ambición de quienes gobiernan y de sus secuaces; y para los pocos gastos públicos -sueldos y salarios, sobre todo, porque el mantenimiento de las estructuras y los servicios les tienen sin cuidado—. Ah, y para comprar en México las cajas CLAP comprar votos a los hambrientos votantes, operación que ya es una franquicia. Su pretensión, tan ignorante como torpe, podría ser apoderarse de los dólares que ellos creen envían los millones de venezolanos en obligado exilio a sus familiares en el país.

Con esta maniobra el Pranato criminal cambia de tercio para torear lo que ya no puede; y para ello se muda al aspecto técnico, dado que agotó lo político y además su palabra ha perdido toda credibilidad. Intenta ganar tiempo, lo único que ha hecho durante todo su gobierno para seguir saqueando el país y ahora para huir del castigo que, saben, merecen.

Porque el gobierno de Maduro, sencillamente, no puede por sí mismo desmontar este control de cambio tan prolongado y con una situación de hiper inflación, ya sea para procurar el equilibrio del precio de la divisa mediante la libre oferta y demanda o por un sistema de bandas. En cualquier caso, necesita ofertar divisas en cantidades suficientes para ir bajando el precio. Y no cuenta con esas cantidades porque está en quiebra; y no existe organismo ni país que se anime a prestárselas a un gobierno tan corrupto, incapaz y caído en el descrédito.

El otro detallito que hace ilusoria cualquier posibilidad de arreglar nuestra economía por parte del Pranato es que la situación de esta es demasiado complicada que obligan a un conjunto de medidas en el que son inútiles las unas sin las otras. Derogar esa ley no significa desmontar el control de cambio; y este, por sí mismo, no significaría mucho.

Estamos ante una engañifa más, aparte del ingrediente ignaro e irresponsable del Pranato. Y el detalle que da lugar al alto índice de escepticismo acerca de sus verdaderas motivaciones es este: al tomar el control de las divisas sancionó la LIC porque aquella medida convertía en delito cualquier operación de los particulares con el dólar sin su anuencia. Pero ahora deroga esta misma Ley sin soltar el control de los dólares; es decir, deja sin penalizar los mismos delitos. Antes necesitaba la ley porque había dólares, ¿y hora no porque no hay? Antes la ley evitaba que se los llevaran. Ahora, sin dólares, ¿cree que puede captarlos permitiendo los ilícitos? Es como la cuestión de “Entre el huevo y la gallina…” Y las charadas no sirven para sanear una economía tan dañada como la nuestra.